Pasada la 1:30 p.m de este viernes 7 de julio, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) entregó a una comisión de la Defensoría del Pueblo y la iglesia Católica, a la sargento Ghislaine Karina Ramírez, a sus dos hijos de 6 y 8 años, así como a su mascota.
La suboficial y sus pequeños fueron secuestrados el pasado 3 de julio cuando se movilizaba en su vehículo particular entre Fortul y Arauca, tras haber sido trasladada por el Ejército a ese departamento.
La sargento Ramírez fue plagiada por integrantes del Frente Domingo Laín Sáenz del ELN, que tiene una fuerte influencia en el suroriente del país.
Desde el Ministerio de Defensa confirmaron que la liberación se dio gracias a la mediación de la Defensoría; además, condenaron el secuestro.
“La sargento segundo del Ejército Nacional, Karina Ramírez fue liberada junto a sus dos hijos, con la mediación de la @DefensoriaCol. Condenamos estos hechos que viola los Derechos Humanos; nuestro compromiso es indeclinable en la protección de los colombianos y la búsqueda de la Paz Total”, se lee en la cuenta de Twitter de MinDefensa.

El presidente Gustavo Petro también confirmó la noticia en su cuenta de Twitter: “Liberada la sargento Karina Ramírez y sus hijos por el ELN”.
Horas antes de que se diera la liberación de la sargento Ramírez y de sus dos hijos, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, había dicho que desde La Habana la cúpula de la guerrilla se había comunicado con los cabecillas del ELN en Arauca para que los dejaran en libertad.
Sin embargo, durante esas mismas declaraciones causó gran polémica y cuestionamientos la afirmación del ministro Velásquez, donde afirmaba que la sargento había sido secuestrada por cometer “un acto de imprudencia”.
De acuerdo con el jefe de la Cartera de Defensa, la uniformada se expuso en una zona donde hacen presencia grupos al margen de la ley, al manejar por su cuenta, sin tomar las debidas precauciones.
“Ella sola con sus hijos, en su vehículo, conduciéndose, desplazándose, en una zona en la que en todo caso se sabe de la presencia del Ejército de Liberación Nacional, ese es un acto de imprudencia”, fueron las palabras que no cayeron bien entre varios sectores de la sociedad civil de Colombia.
la familia de la sargento Ramírez había denunciado que ella tuvo que transportarse por sus propios medios porque las Fuerzas Militares no le habrían facilitado los recursos para emprender ese viaje de traslado desde el Tolima a Arauca.