Lina Baracaldo, exagente interventora del proyecto del buque hospital destinado al Amazonas, aseguró haber recibido presiones directas de Beatriz Gómez Consuegra, esposa del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, para firmar un contrato por más de 55 mil millones de pesos. En declaraciones ofrecidas a Blu Radio y Noticias Caracol, Baracaldo denunció también haber sido víctima de llamadas intimidantes tras su salida del cargo.
Según la exfuncionaria, Gómez Consuegra, quien también ocupa un alto cargo en la Superintendencia de Salud, la buscó insistentemente para exigir la firma del contrato, incluso advirtiendo que, de no hacerlo, debía presentar su renuncia. Baracaldo explicó que se opuso a suscribir el acuerdo por inconsistencias presupuestales, entre ellas la falta de claridad sobre el financiamiento anual de 18 mil millones de pesos para el sostenimiento del buque.
Una conversación revelada por la Revista Cambio, a través de Los Danieles, muestra el tono de las presuntas presiones. En ella, Gómez habría exigido la firma inmediata del contrato o, en su defecto, la renuncia de los implicados. “Yo soy la superintendente”, se escucha decir en una parte del audio, mientras increpa a Baracaldo y al abogado Mario Castro.
La Superintendencia Nacional de Salud emitió un comunicado aclarando que la salida de Baracaldo obedeció a supuestos incumplimientos en los indicadores de gestión del Hospital San Rafael de Leticia, institución intervenida. Sin embargo, la exagente sostiene que su despido se dio como represalia por no firmar el contrato en las condiciones exigidas, y que desde entonces teme por su seguridad debido a llamadas de desconocidos que la alertan para que “tenga cuidado”.
El caso ha generado una ola de cuestionamientos sobre el manejo de recursos públicos y el rol de figuras cercanas a altos funcionarios del gobierno en procesos contractuales sensibles, en especial en zonas vulnerables como el Amazonas.