La Superintendencia Nacional de Salud inició este miércoles un nuevo proceso de intervención, esta vez a la Nueva EPS.
Esta medida fue adoptada 24 horas después de que el ente iniciara el proceso administrativo contra Sanitas, en consecuencia a los resultados entregados por la Contraloría General en un reciente informe.
La Nueva EPS cuenta con más de 10,8 millones de afiliados en todo Colombia, la más grande del país.
El superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, aseguró que la decisión se enmarca dentro de sus obligaciones como ente de vigilancia y control, garantizando el respeto al derecho fundamental de la salud y el uso correcto de los recursos que se destinan con este fin.
“Ninguna de las dos (Sanitas y la Nueva EPS) cumple con los requisitos habilitadores financieros para poder ejercer sus funciones, como son el patrimonio adecuado y el régimen especial de reservas técnicas”, sostuvo el supersalud.
Anunció que el agente especial interventor designado y posesionado para Nueva EPS es Jesús Alberto Rincón Ramírez.
“Caso curioso el de la EPS Sanitas que desde la mitad del año pasado incrementó una deuda de medio billón de pesos para finalizar en casi 2 billones de pesos el año, de acuerdo con las cifras que ellos mismos reportan”, añadió.
Agregó que en ambos casos, se trata de una medida de intervención forzosa administrativa; es decir, se separaron del cargo a los representantes legales a la Junta Directiva y a la Junta de Accionistas de las dos entidades.
Aclaró que “esto no significa que se vaya a liquidar ninguna de las EPS. Esto no significa que se vaya a afectar o a vulnerar los contratos con los prestadores o la prestación de servicios de salud para la población colombiana. Al contrario, una vez la Superintendencia identifica estas irregularidades y ve con preocupación que se pueda afectar dramáticamente la prestación de servicios (…) es que se toma esa medida”.