El juicio contra el expresidente Álvaro Uribe, acusado de presunta manipulación de testigos, fraude procesal y soborno en actuación penal, se reanudará este viernes en el Complejo Judicial de Paloquemao, en Bogotá. La decisión se da luego de que un juzgado de la capital negara la recusación presentada contra la jueza que adelanta el proceso.
La defensa de Uribe había solicitado apartar a la jueza Sandra Heredia, alegando parcialidad en su contra. Sin embargo, la jueza penal Laura Patricia Melo Cristancho rechazó el recurso al considerar que no existen pruebas de un interés directo o indirecto que comprometa su imparcialidad. «Para que una recusación prospere, debe probarse que el juez ha incurrido en actuaciones que pongan en duda su objetividad, y no simplemente la percepción de parcialidad de una de las partes», señaló.
El abogado Jaime Granados, defensor del exmandatario, insistió en que la jueza Heredia ha actuado de manera sesgada. Argumentó que ha restringido el acceso a pruebas, negó la nulidad de la acusación y señaló a un abogado de la defensa de actuar de forma desleal, lo que, según él, compromete la garantía de imparcialidad en el proceso.
El caso contra Uribe se remonta a 2012, cuando el exmandatario acusó al entonces congresista Iván Cepeda de manipulación de testigos. No obstante, la Corte Suprema de Justicia no encontró mérito para investigar a Cepeda y, por el contrario, inició un proceso contra Uribe por las mismas imputaciones. En 2020, el expresidente renunció a su escaño en el Senado para que su caso pasara a la justicia ordinaria, donde la Fiscalía solicitó en dos ocasiones la preclusión del proceso. Sin embargo, estas peticiones fueron negadas, lo que llevó a su acusación formal.
Por otro lado, el Tribunal Superior de Bogotá declaró improcedente una acción de tutela interpuesta por un ciudadano que alegó que en la audiencia del 7 de marzo se expusieron imágenes de contenido sexual explícito durante la declaración de una testigo de la Fiscalía, lo que habría afectado a su hijo menor de edad. La jueza del caso explicó que no tiene potestad para filtrar evidencias antes de su exposición en juicio y que el control de acceso de menores a estos contenidos es responsabilidad de sus padres.
Con la recusación descartada, el proceso judicial contra el expresidente continuará su curso, con nuevas audiencias previstas en los próximos días.