Un lamentable episodio de violencia ha sacudido al fútbol colombiano. Brandon Andrés Caicedo, jugador del Deportes Quindío, fue apuñalado por un barrista del mismo club en Armenia, generando una fuerte ola de indignación en el entorno deportivo.
Según el comunicado de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), el jugador se encontraba en las inmediaciones de su residencia cuando fue abordado por varios individuos en motocicletas. Los agresores, identificándose como miembros de una de las barras del equipo, comenzaron a increparlo por el bajo rendimiento del Deportes Quindío.
La confrontación verbal escaló rápidamente hasta que uno de los barristas sacó un arma blanca e intentó herir a Caicedo en el pecho. Sin embargo, el futbolista reaccionó y logró desviar el ataque con su brazo, recibiendo heridas en la extremidad y en una de sus piernas.
Tras el ataque, Acolfutpro expresó su rechazo categórico y exigió a las autoridades esclarecer los hechos, además de capturar a los responsables. En su comunicado, hicieron un llamado a la Comisión Nacional de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol para tomar medidas urgentes y evitar que la violencia escale aún más.
«Reiteramos nuestra solicitud a la Comisión para que adopte medidas urgentes y encontrar solución a esta grave situación. ¡Estamos a tiempo de prevenir una tragedia!”, señaló la organización.
El hecho reabre el debate sobre la seguridad de los jugadores en el país y la radicalización de algunos sectores de la hinchada, que han convertido la pasión por el deporte en un escenario de violencia. Hasta el momento, las autoridades continúan con la investigación para dar con los responsables del ataque.