Un grave caso de violencia escolar se registró en un colegio de la localidad de Usme, en Bogotá, donde un estudiante de 14 años perdió un riñón luego de ser empujado por las escaleras. Según el testimonio de su madre, el ataque habría ocurrido porque el joven se negó a que dos compañeras le encresparan las pestañas.
De acuerdo con Diana Marcela García, madre del adolescente, los hechos ocurrieron el26 de febrero, cuando recibió una llamada informándole que su hijo estaba inconscienteen el colegio. Al llegar, lo encontró en el suelo, en posición fetal y con fuertes dolores, sin haber recibido primeros auxilios.
«No tenían una persona especializada para atenderlo, nunca me pasaron una camilla y la ambulancia nunca llegó. Vi a mi hijo frío y poniéndose morado», denunció la madre. Ante la falta de atención médica, decidió trasladarlo por sus propios medios al Hospital de Meissen, donde fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El joven sufrió daños irreversibles en su cuerpo, lo que obligó a los médicos a extirparle el riñón izquierdo debido a la gravedad de las lesiones. El 6 de marzo, el menor fue sometido a una cirugía en la que casi pierde la vida por la cantidad de sangre que perdió, requiriendo transfusiones y crioprecipitados.
Casi 15 días después del incidente, la institución educativa estableció el primer contacto con la familia para programar una reunión y esclarecer los hechos. La madre ha denunciado la falta de acompañamiento y apoyo por parte del colegio en todo el proceso.
El caso fue reportado a la Secretaría de Educación de Bogotá, mientras que las autoridades adelantan investigaciones para determinar las responsabilidades y la cronología exacta del suceso. Entretanto, la familia del menor exige justicia y acciones concretas para evitar que hechos similares se repitan en las instituciones educativas del país.