Este sábado el periódico The New York Times de Estados Unidos publicó un artículo que reseña que las «altas esféras» del Ejército Nacional de Colombia le habrían pedido a sus comandantes duplicar el número de resultados y operaciones en el territorio nacional.
El rotativo neoyorkino se contactó con tres altos mandos de la institución castrense, que dan cuenta de los militares están incomodos con las nuevas órdenes por recordar el llamado “body-counting”, que resultó en las ejecuciones extrajudiciales, también llamadas falsos positivos.
«Los oficiales dijeron que los soldados colombianos vuelven a estar bajo una intensa presión y que este año ha comenzado a surgir un patrón de asesinatos sospechosos y encubrimientos. En una reunión relatada por uno de los oficiales, un general ordenó a los comandantes ‘hacer lo que sea’ para mejorar sus resultados, incluso si eso significaba ‘aliarse’ con grupos criminales armados para obtener información sobre objetivos», escribe el periodista Nick Casey en su artículo para el NYT.
Además prestigioso diario denuncia que a los militares les están ofreciendo incentivos por aumentar las cifras de muertes en combate, como vacaciones extra, algo que ya sucedió a medidados de la década de los 2000.
En el artículo también se menciona al comandante del Ejército, general Nicasio Martínez, quien se habría reunido con los 50 principales coroneles y generales de la institución para impartir las nuevas metas de bajas en grupos armados ilegales.
Respecto a esto, el general Martínez le explicó al medio norteamericano que «había emitido una orden por escrito que instruía a los principales comandantes a “doblar los resultados”, explicando que había llegado a esa decisión debido a la amenaza que Colombia sigue enfrentando por parte de las organizaciones guerrilleras, paramilitares y criminales».
Sin embargo, The New York Times indica que tras la orden del comandante, «comenzaron a identificar asesinatos sospechosos o arrestos”. “Uno de los oficiales citó un asesinato que un informe del ejército simplemente calificó como la muerte de un miembro del grupo paramilitar Clan del Golfo, el 25 de febrero. En el documento se decía que tres miembros del grupo habían luchado contra un pelotón del ejército, y que el combate terminó en una muerte y dos arrestos (…) Un oficial cree que es poco probable que tres delincuentes con armas ligeras se enfrentaran a un pelotón de 41 hombres».
Estas revelaciones surgen justo cuando el ministro de Defensa, Guillermo Botero, está en el ojo del huracán por la muerte de un exguerrillero de las Farc, Dimar Torres, a manos de un integrante del Ejército, cuyo manejo fue cuestionado por dirigentes opositores al Gobierno y motivó la apertura de un proceso de moción de censura en su contra, que esta semana fue suspendido.