Este lunes el ELN reconoció la autoría del atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes General Santander, que dejó 21 muertos y 61 heridos el pasado jueves.
A través de un comunidado publicado en su portal de internet ‘Voces’, la guerrilla defendió su ataque argumentando que la Escuela, situada en el sur de Bogotá, «es una instalación militar» donde se forman oficiales de Policía «que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente«.
Por la razón expuesta anteriormente, el ELN alega que » la operación realizada contra dichas instalaciones y tropas es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente».
Además, la organización armada también explicó en su comunicación que «La paz no avanza y el proceso retrocede si los contendientes en una guerra no se respetan; esto empieza por respetar el dolor de todos», agregando que el Gobierno «no le dio la dimensión necesaria al gesto de paz» haciendo referencia el cese al fuego unilateral que implementaron a finales del año pasado.
Igualmente, el ELN acusó a las fuerzas de seguridad del estado de aprovechar dicha tregua para » para avanzar las posiciones de sus tropas de operaciones» y reitera en defensa de su acción que «Es entonces muy desproporcionado que mientras el Gobierno nos ataca, plantee que nosotros no podamos responder en legítima defensa»
Desde el pasado viernes, la Fiscalía General de la Nación y el Ministerio de Defensa ya le habían atribuido el ataque con carro bomba a la organización subversiva tras identificar al autor material del mismo, José Aldemar Rojas Rodríguez, un miembro de esa guerrilla que también murió en la explosión.
Tras lo sucedido, presidente Iván Duque ordenó reactivar las órdenes de captura contra los miembros de la delegación negociadora del ELN que se encuentra en La Habana (Cuba). El primer mandatario expresó que su administración no se sentará a dialogar con esa guerrilla hasta que no libere a todos los secuestrados que tiene en su poder y cese todas su operaciones criminales.
Finalmente el ataque terrorista de la semana pasada ocasionó el rechazó nacional e internacional y movilizó a miles de ciudadanos en toda Colombia a marchar contra la violencia.
Este lunes el ELN reconoció la autoría del atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes General Santander, que dejó 21 muertos y 61 heridos el pasado jueves.
A través de un comunidado publicado en su portal de internet ‘Voces’, la guerrilla defendió su ataque argumentando que la Escuela, situada en el sur de Bogotá, «es una instalación militar» donde se forman oficiales de Policía «que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente«.
Por la razón expuesta anteriormente, el ELN alega que » la operación realizada contra dichas instalaciones y tropas es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente».
Además, la organización armada también explicó en su comunicación que «La paz no avanza y el proceso retrocede si los contendientes en una guerra no se respetan; esto empieza por respetar el dolor de todos», agregando que el Gobierno «no le dio la dimensión necesaria al gesto de paz» haciendo referencia el cese al fuego unilateral que implementaron a finales del año pasado.
Igualmente, el ELN acusó a las fuerzas de seguridad del estado de aprovechar dicha tregua para » para avanzar las posiciones de sus tropas de operaciones» y reitera en defensa de su acción que «Es entonces muy desproporcionado que mientras el Gobierno nos ataca, plantee que nosotros no podamos responder en legítima defensa»
Desde el pasado viernes, la Fiscalía General de la Nación y el Ministerio de Defensa ya le habían atribuido el ataque con carro bomba a la organización subversiva tras identificar al autor material del mismo, José Aldemar Rojas Rodríguez, un miembro de esa guerrilla que también murió en la explosión.
Tras lo sucedido, presidente Iván Duque ordenó reactivar las órdenes de captura contra los miembros de la delegación negociadora del ELN que se encuentra en La Habana (Cuba). El primer mandatario expresó que su administración no se sentará a dialogar con esa guerrilla hasta que no libere a todos los secuestrados que tiene en su poder y cese todas su operaciones criminales.
Finalmente el ataque terrorista de la semana pasada ocasionó el rechazó nacional e internacional y movilizó a miles de ciudadanos en toda Colombia a marchar contra la violencia.
Este lunes el ELN reconoció la autoría del atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes General Santander, que dejó 21 muertos y 61 heridos el pasado jueves.
A través de un comunidado publicado en su portal de internet ‘Voces’, la guerrilla defendió su ataque argumentando que la Escuela, situada en el sur de Bogotá, «es una instalación militar» donde se forman oficiales de Policía «que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente«.
Por la razón expuesta anteriormente, el ELN alega que » la operación realizada contra dichas instalaciones y tropas es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente».
Además, la organización armada también explicó en su comunicación que «La paz no avanza y el proceso retrocede si los contendientes en una guerra no se respetan; esto empieza por respetar el dolor de todos», agregando que el Gobierno «no le dio la dimensión necesaria al gesto de paz» haciendo referencia el cese al fuego unilateral que implementaron a finales del año pasado.
Igualmente, el ELN acusó a las fuerzas de seguridad del estado de aprovechar dicha tregua para » para avanzar las posiciones de sus tropas de operaciones» y reitera en defensa de su acción que «Es entonces muy desproporcionado que mientras el Gobierno nos ataca, plantee que nosotros no podamos responder en legítima defensa»
Desde el pasado viernes, la Fiscalía General de la Nación y el Ministerio de Defensa ya le habían atribuido el ataque con carro bomba a la organización subversiva tras identificar al autor material del mismo, José Aldemar Rojas Rodríguez, un miembro de esa guerrilla que también murió en la explosión.
Tras lo sucedido, presidente Iván Duque ordenó reactivar las órdenes de captura contra los miembros de la delegación negociadora del ELN que se encuentra en La Habana (Cuba). El primer mandatario expresó que su administración no se sentará a dialogar con esa guerrilla hasta que no libere a todos los secuestrados que tiene en su poder y cese todas su operaciones criminales.
Finalmente el ataque terrorista de la semana pasada ocasionó el rechazó nacional e internacional y movilizó a miles de ciudadanos en toda Colombia a marchar contra la violencia.
Este lunes el ELN reconoció la autoría del atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes General Santander, que dejó 21 muertos y 61 heridos el pasado jueves.
A través de un comunidado publicado en su portal de internet ‘Voces’, la guerrilla defendió su ataque argumentando que la Escuela, situada en el sur de Bogotá, «es una instalación militar» donde se forman oficiales de Policía «que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente«.
Por la razón expuesta anteriormente, el ELN alega que » la operación realizada contra dichas instalaciones y tropas es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente».
Además, la organización armada también explicó en su comunicación que «La paz no avanza y el proceso retrocede si los contendientes en una guerra no se respetan; esto empieza por respetar el dolor de todos», agregando que el Gobierno «no le dio la dimensión necesaria al gesto de paz» haciendo referencia el cese al fuego unilateral que implementaron a finales del año pasado.
Igualmente, el ELN acusó a las fuerzas de seguridad del estado de aprovechar dicha tregua para » para avanzar las posiciones de sus tropas de operaciones» y reitera en defensa de su acción que «Es entonces muy desproporcionado que mientras el Gobierno nos ataca, plantee que nosotros no podamos responder en legítima defensa»
Desde el pasado viernes, la Fiscalía General de la Nación y el Ministerio de Defensa ya le habían atribuido el ataque con carro bomba a la organización subversiva tras identificar al autor material del mismo, José Aldemar Rojas Rodríguez, un miembro de esa guerrilla que también murió en la explosión.
Tras lo sucedido, presidente Iván Duque ordenó reactivar las órdenes de captura contra los miembros de la delegación negociadora del ELN que se encuentra en La Habana (Cuba). El primer mandatario expresó que su administración no se sentará a dialogar con esa guerrilla hasta que no libere a todos los secuestrados que tiene en su poder y cese todas su operaciones criminales.
Finalmente el ataque terrorista de la semana pasada ocasionó el rechazó nacional e internacional y movilizó a miles de ciudadanos en toda Colombia a marchar contra la violencia.