En las últimas horas un hombre enmascarado, con un arma y gasolina, secuestró un bus con más de 30 personas a bordo, en Río de Janeiro, Brasil, sobre el emblemático puente Río-Niteroi, que comunica esas dos importantes ciudades de la región metropolitana de Río de Janeiro.
Según los primeros testimonios, el hombre se identificó como policía militar, poniendo en riesgo la vida de los pasajeros y al conductor al amenazarlos que iba a incendiar el autobús.
Luego de unos minutos, agentes policiales del estado intentaron negociar con el secuestrador, que luego de dos horas liberó a tres mujeres y un hombre, y con la máscara en su rostro lanzó un objeto incendiario desde el interior del autobús para ratificar sus amenazas.
Ante esta acción de alerta para las autoridades, el Batallón de Operaciones Especiales (Bope), el grupo élite de la Policía en Río de Janeiro que cuenta con francotiradores, desplazó varias unidades al lugar de los hechos para reforzar la situación que estaba empeorando, ya que al menos seis personas abandonaron el bus y contaron a las autoridades que el hombre arrojó gasolina en el interior y amenazó con prenderle fuego, razón por la cual la autoridades dieron señal para abatir al secuestrador que ponía en riesgo la vida de adultos y niños.