Naciones Unidas emitió un mensaje de alerta ante el acelerado aumento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera de La Tierra, advirtiendo que el planeta sufrirá “impactos negativos destructivos” si no se reducen las emisiones de gases de invernadero en un 7,6% anual entre 2020 y 2030.
De acuerdo a la ONU, con las emisiones actuales el mundo sigue muy lejos de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 grados para lo que resta del siglo XXI y por el contrario señaló que con el ritmo actual de producción de CO2 esta cifra puede llegar a 3,2 grados para el año 2100.
Con este panorama, los gobiernos de todo el mundo están obligados a quintuplicar sus esfuerzos para detener el aumento de la temperatura del planeta y para ello la ONU pide que se tomen medidas de manera inmediata. Cualquier aplazamiento en el cumplimiento de los objetivos impedirá que se cumpla la meta de bajar los niveles de CO2 en un 55% para 2030.
Cabe destacar que en 2018 las emisiones de CO2 alcanzaron las 55,3 gigatoneladas provocando un aumento de la temperatura en 1 grado. Este cambio se ha visto reflejado en un clima mucho más violento, manifestándose en forma de tormentas más fuertes y sequías más prolongadas.