La Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora esta semana la campaña de concienciación sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM), un fenómeno que causa aproximadamente 1,27 millones de muertes anuales y que se ve exacerbado por el uso indebido de antibióticos en tratamientos médicos y veterinarios.
Este problema ha sido catalogado como una de las mayores amenazas para la salud pública en el futuro, así como un desafío económico que podría generar costos de hasta 412.000 millones de dólares para los sistemas de salud globales hacia 2035, según informó Philip Mathew, responsable de la campaña en una reciente rueda de prensa.
Mathew enfatizó que la RAM compromete nuestra capacidad para tratar infecciones comunes y realizar procedimientos médicos esenciales, desde quimioterapia hasta trasplantes de órganos. Investigaciones publicadas en la revista The Lancet sugieren que, si no se toman medidas efectivas, las muertes atribuibles a la RAM podrían ascender a 1,91 millones para mediados del siglo XXI.
Ante esta alarmante situación, la OMS y otras organizaciones instan a incrementar la investigación en estrategias para mitigar este problema.
La OMS advierte que si el ritmo actual de resistencia continúa, se podría perder una media de 1,8 años de esperanza de vida a nivel mundial en la próxima década..
La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando bacterias, virus, hongos y parásitos desarrollan resistencia a los medicamentos, dificultando o incluso imposibilitando el tratamiento eficaz de ciertas infecciones.
La ONU ha calificado esta situación como una «crisis silenciosa» que no solo afecta a la salud humana, sino también a la salud animal, la agricultura y el medio ambiente, debido al riesgo de propagación de microbios resistentes a través de la cadena alimentaria.