Una niña venezolana de 8 años perdió la vida en un naufragio ocurrido en aguas del Caribe panameño, cerca de la comunidad de Mansucum, en la comarca indígena de Guna Yala. Según confirmó el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), ella fue la única víctima fatal, mientras que otras 20 personas fueron rescatadas con vida.
El bote transportaba 19 migrantes venezolanos y colombianos, además del capitán y su ayudante, ambos panameños y pertenecientes a una comunidad indígena. El accidente ocurrió la noche del viernes debido a los fuertes oleajes generados por el mal tiempo, lo que provocó que la embarcación se volcara.
De acuerdo con Senafront, este naufragio ocurrió en el marco del flujo migratorio inverso, es decir, de migrantes que intentaban regresar a sus países tras no poder ingresar a Estados Unidos debido a las políticas migratorias restrictivas implementadas en ese país. Muchas de estas personas han optado por viajar en lanchas desde Centroamérica hasta Colombia para evitar la peligrosa selva del Darién.
Las autoridades informaron que inicialmente tres embarcaciones planeaban zarpar hacia La Miel, en Puerto Obaldía, el último pueblo panameño antes de la frontera con Colombia, donde los migrantes tomarían otra lancha para continuar su camino. Sin embargo, debido a las condiciones adversas del mar, dos de los botes decidieron suspender el viaje. El capitán de la tercera lancha ignoró las advertencias y continuó la ruta, lo que terminó en la trágica pérdida de la menor.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) lamentó profundamente el fallecimiento de la niña y solicitó a las autoridades garantizar un retorno seguro y digno para los migrantes en tránsito. Mientras tanto, las autoridades panameñas han iniciado investigaciones para esclarecer las circunstancias del accidente y determinar responsabilidades.