Un juez de instrucción de Haití emitió una orden de captura contra Martine Moïse, viuda del expresidente Jovenel Moïse, asesinado por un comando armado de mercenarios, cuando dormían la noche del 7 de julio de 2021.
El magistrado haitiano Walther Wesser Voltaire, quien supervisa la investigación sobre el homicidio del Jefe de Estado de la isla caribeña, citó a comparecer a la exprimera dama para interrogarla sobre el ataque, pero esta se negó y en su lugar exigió su destitución.
Martine Moïse, quien se encontraba con su esposo en el interior de su residencia privada con sus dos hijos cuando los asesinos irrumpieron y le dispararon hasta matarlo, sobrevivió al ataque, porque según afirmó, se escondió debajo de la cama. Luego fue trasladada en ambulancia aérea al sur de la Florida y tratada en Jackson Memorial Hospital.
Aunque inicialmente respondió a las preguntas de las autoridades haitianas, Moïse se ha negado desde entonces a cooperar con la investigación. La orden de detención es por no comparecer ante el juez de instrucción, pero no menciona ninguna posible implicación de Moïse en la muerte de su esposo.
La orden fue emitida hace varios meses y se le envió a la policía haitiana, pero esta no ha podido proceder a la detención porque Moïse no ha estado en Haití. Su existencia, sin embargo, se hizo finalmente pública este lunes 30 de enero, cuando se filtró una copia en las redes sociales haitianas.
Varias fuentes dijeron a Miami Herald que Voltaire ha informado a los funcionarios de justicia que está dispuesto a presentar cargos formales en la larga investigación, pero que necesitará más tiempo; sin embargo, se ha topado con obstrucciones, dijo una fuente bien informada, y, como su mandato expira el viernes, no está claro si se renovará o cuándo. Hasta entonces, no puede trabajar en el caso y la investigación sigue estancada.
Jovenel Moïse recibió una docena de disparos en su dormitorio después de que un grupo de exsoldados colombianos, junto con la policía haitiana y dos haitiano-estadounidenses, asaltaran su residencia en las colinas de Puerto Príncipe.
El ataque se hizo pasar por una redada de la Administración de Control de Drogas (DEA), que negó cualquier implicación en el asesinato presidencial.
En junio, su viuda presentó una demanda en la Florida contra 11 sospechosos actualmente imputados en la causa penal estadounidense, solicitando una indemnización no especificada por daños y perjuicios para la familia.
Durante meses, las autoridades estadounidenses han retrasado una vista sobre cualquier pago de restitución a Moïse por parte de Rodolphe Jaar, un empresario haitiano-chileno que admitió haber proporcionado armas, alojamiento y dinero en la conspiración para asesinar al presidente de Haití.
La audiencia sobre la restitución está prevista para el 16 de febrero. Jaar fue condenado a cadena perpetua, pero espera que se le reduzca la pena si coopera con la Fiscalía.
Una fuente familiarizada con los testimonios de los colombianos le dijo a Herald que estos seguían manteniendo su inocencia y exigían un enfrentamiento en persona con Martine Moïse para preguntarle quién le disparó y en dónde lo hizo exactamente.
La ex primera dama ha concedido muy pocas entrevistas desde el asesinato de su esposo, pero, en una con France 24, acusó al “gobierno actual” de estar implicado e insistió en que “la verdad saldrá a la luz”.
Se cree que Moïse vive en el sur de la Florida a la espera de que las autoridades de inmigración estadounidenses decidan si puede prolongar su estancia. Estaba de visita con un visado de viaje que ya caducó. Jay Weaver.
Con información de Nuevo Herald