El parlamento de Israel aprobó una serie de leyes que prohíben la operación de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) en su territorio, forzando su salida para inicios del próximo año. Esta decisión, que genera gran controversia, amenaza con afectar significativamente la asistencia humanitaria en Gaza y Cisjordania, territorios donde millones de refugiados dependen de los servicios de la Unrwa.
La medida se tomó en medio de acusaciones de Israel contra la Unrwa, alegando supuestos vínculos de algunos miembros de la agencia con el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, un señalamiento que Unrwa rechaza enérgicamente; la votación en el parlamento resultó en 92 votos a favor y 10 en contra, lo cual refleja un amplio respaldo dentro de las autoridades israelíes para cortar lazos con la agencia de la ONU y fortalecer el control sobre sus actividades en Israel.
Uno de los aspectos más críticos de la decisión es el cierre del cuartel general de la Unrwa en Jerusalén, que ha servido como base operativa para la gestión de programas de educación, salud y asistencia básica en Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria y Jordania.
Con la nueva legislación, Israel no emitirá permisos de entrada ni trabajo para el personal de la Unrwa, además de negarles colaboración con el ejército israelí para el transporte de suministros hacia Gaza a través de pasos fronterizos.
Estados Unidos afirmó tener «profunda preocupación» a la medida, advirtiendo sobre las posibles consecuencias humanitarias para los palestinos que dependen de la ayuda de la Unrwa; el Departamento de Estado estadounidense conversó con el gobierno de Netanyahu, destacando los riesgos que esta decisión podría acarrear para la estabilidad en la región.
En Israel, funcionarios del Ministerio de Exteriores también han mostrado inquietudes sobre la reforma, alertando que podría resultar en sanciones internacionales o incluso en la exclusión de Israel de la ONU.
La ONG israelí Adalah envió una carta al fiscal general y al asesor legal del parlamento israelí (Knéset) para expresar su oposición, solicitando la colaboración entre la agencia de la ONU y las autoridades israelíes, a fin de mantener operativos esenciales de la Unrwa para la población refugiada.