Desde Villanueva, al sur de La Guajira, se rindió homenaje póstumo al destacado acordeonero Egidio Cuadrado Hinojosa, cuya muerte ha dejado un vacío en el corazón del folclor vallenato.
La ceremonia, organizada por la Alcaldía Municipal y la Fundación Cuna de Acordeones, reunió a familiares, amigos, autoridades locales y la comunidad en general, quienes se acercaron a la Glorieta de las Dinastías, un sitio emblemático para despedir con honores a uno de sus más grandes representantes.
El evento fue liderado por la alcaldesa de Villanueva, Cielomar Peñaloza de Lacouture, quien, en un discurso lleno de emotividad, resaltó la contribución artística de Cuadrado no solo a su municipio, sino a la música vallenata a nivel internacional.
«Hoy despedimos a un hijo ilustre de Villanueva, pero su legado vivirá por siempre en cada acorde, en cada canción que nos dejó», expresó la mandataria, quien además decretó dos días de duelo municipal en honor al maestro.
Raúl Hernández Maestre, director de la Fundación Cuna de Acordeones, también tuvo palabras de elogio para Egidio Cuadrado, recordando su invaluable rol en la evolución del vallenato, especialmente por su trabajo durante más de 30 años al lado de Carlos Vives.
«Egidio fue un embajador de nuestra música, llevando el sonido de su acordeón a escenarios de todo el mundo, y por ello le estaremos eternamente agradecidos», destacó.
Durante la ceremonia, jóvenes estudiantes de academias locales interpretaron algunas de las canciones más populares que Cuadrado tocó junto a Carlos Vives, un momento especialmente emotivo que conectó con el público.
El homenaje cerró con un mensaje de esperanza, recordando que, aunque Egidio Cuadrado ya no está físicamente, su música y su legado seguirán sonando en cada rincón de Colombia y el mundo, llevando consigo el alma del vallenato.