Debido a la sequía, las comunidades de las zonas rurales de municipios como Hatonuevo, Maicao, Uribia, Manaure y Distracción deben caminar kilómetros para conseguir algo del vital líquido. Lo más alarmante es que la calida del agua obtenida no es la idónea para el consumo humano.
«Bebemos es el agua de ese pozo que está sucio y que tiene un poco de basura y trapos sucios», dijo a la emisora Blu Radio el líder indígena Marciano Urina.
Ademñas la UNGRD advierte que no da abasto para atender a los llamados de localidades que claman por agua.
«Ahorita mismo lo que nos solicitan, indiscutiblemente, es agua y soluciones definitivas para tener su líquido preciado, Además, nos piden llevarles ayudas humanitarias ya que son afectados tanto por el agua como por alimento», explicó Gregorio Rincones, coordinador de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo en La Guajira.