Un análisis del Observatorio de Educación de la Universidad del Norte, sobre los resultados de las Pruebas Saber en las instituciones educativas oficiales, alertaron sobre la emergencia educativa en el departamento de La Guajira.
Los resultados no son nada alentadores, La Guajira bajó seis puntos en su puntaje global promedio, ocupando el último lugar en la región Caribe.
Jorge Valencia, coordinador del Observatorio en diálogo con Diario del Norte, expresó que la emergencia educativa es evidente porque el aprendizaje en el sector oficial no está generando las oportunidades que necesitan los niños, niñas y jóvenes para su movilidad social.
“Es muy importante que se tenga en cuenta que una vez se cumpla este proceso de pandemia, la educación básicamente está en emergencia y se debe atender”, dijo.
Precisó que lo que muestran los estudios en su valor agregado es la gran correlación que hay entre el desempeño de las pruebas Saber 11 y el desempeño Saber Pro, toda vez que si un estudiante no logró un nivel tan bueno en su formación básica muy seguramente tendrá algunos problemas para desarrollar sus competencias en cualquier universidad.
“Lo que sabemos es que están ingresando a las universidades del Departamento estudiantes con unos desempeños más bajo en comparación con la media nacional y otros departamentos, por tanto, gran parte del resultado de la Universidad en La Guajira está relacionado con los problemas que no se han resuelto en la educación básica y media”, dijo.
Agregó que en la medida en que todo el sistema pueda mejorar se verán resultados en todos los niveles.
En ese sentido, Valencia señaló que los resultados corresponden a una tendencia a la baja de la región que ya se venía experimentando desde antes de la pandemia en las instituciones educativas del sector oficial.
Puntualizó que antes de la pandemia también el sector privado venía perdiendo terreno y que a partir de la suspensión de clases presenciales se presenta entonces un fenómeno muy particular, los colegios privados empiezan a avanzar y rompen la tendencia descendente, mientras que los colegios públicos aceleran su retroceso.
En el desarrollo de la investigación encuentran entonces que a nivel regional todos los departamentos perdieron terreno entre 2020 y 2021.
Sobre el caso de La Guajira, el investigador precisó que para los municipios no certificados entre el 2020 y el 2021 se perdieron cinco puntos. En el municipio de Maicao, se perdieron seis puntos y en Riohacha, cuatro y en Uribia, cinco.
“Eso lo que muestra es que finalmente en todas las entidades territoriales del Departamento, hubo una afectación muy importante por el tema de la pandemia profundizando una tendencia negativa que ya se venía dando desde tiempo atrás”, manifestó.
El resultado obedece a varios factores entre ellos la suspensión de clases presenciales y como son estudiantes del sector oficial todo quedó de alguna manera supeditado por un lado a la posibilidad que tuviesen algún tipo de educación a distancia, virtual o remota, o el acompañamiento que finalmente la familia hubiera brindado a los jóvenes.
Apuntó que La Guajira al ser uno de los departamentos con mayor población rural y étnica y con indicadores económicos no tan favorables, seguramente esa combinación de todos esos factores fue lo que terminó jugando en contra del resultado de aprendizaje de los estudiantes del sector oficial.
Dijo también que la falta de un servicio de internet eficiente incidió para que el proceso de aprendizaje de los estudiantes a través de las herramientas tecnológicas influyera de alguna manera en los bajos resultados de las pruebas Saber.
Además, que si bien se hicieron unos esfuerzos por aumentar la conectividad y tratar de flexibilizar de alguna manera las actividades escolares, lo cierto es que finalmente no se logró llegar a un nivel en el cual se pudieran llevar procesos de enseñanza y aprendizaje medianamente parecidos a los que tenían antes de la pandemia, lo que afectó más fuertemente a los colegios oficiales.
Y que para salir de ese puntaje bajo se requiere que se hagan todos los esfuerzos desde las administraciones públicas y de las familias para que los niños regresen de manera segura a la presencialidad.
“Uno de los factores que ayudó al sector privado es que tuvieron más tiempo de presencialidad antes de la pandemia, en estos momentos contamos con una experiencia que nos dice que, si se siguen todos los lineamientos, todos los protocolos, y se mantiene todo el cuidado, si se pueden abrir las escuelas de forma Segura”, expresó.
Añadió que es necesario diagnosticar cuál fue la situación en cuanto a aprendizajes de cada estudiante y diseñar una estrategia de intervención para recuperar lo que se perdió, pero se necesita que se dispongan de nuevas fuentes de financiación para poder implementar esos programas.
Para ese propósito, advirtió se podrían reorientar recursos de regalías y que se entendiera que es urgente atender la emergencia educativa que se está viviendo actualmente en las instituciones educativas oficiales del Caribe colombiano.