Si de algo se precia el corregimiento de Camarones, es de parir personas nobles de corazón, como el caso del locutor Ever Toro Toro, quien a los 18 años empezó su vida en la radio, encontrando en ese medio su realización como persona.
Ever pasa sus días en la emisora comunitaria ‘Camarones Stereo’, que nació de la necesidad de brindar un servicio a la comunidad, para lo cual la montó en su residencia con los equipos básicos que fueron quedando obsoletos con el paso del tiempo, pero, aún así, se las ingenió para seguir en ese oficio que le apasiona.
A dos días de cumplir sus 62 años, recibió una sorpresa que como él mismo la describe sigue con vida, porque no solo sobrevivió al confinamiento por la pandemia del Covid-19, sino que recibía modernos equipos de alta tecnología para la emisora de manos del programa de Desarrollo y Paz del Cesar.
“Estos equipos los estábamos necesitando, estamos haciendo radio de manera artesanal, hoy mi felicidad es muy grande, es más, en algún momento pensé que estaba durmiendo, que todo esto era producto de la imaginación, pero no, todo es real, muy contento, feliz, agradecido con el director del programa de Desarrollo y Paz del Cesar, y su equipo de trabajo”, expresó.
Sentado frente a la consola, en un cuarto que adecuó como cabina, recibió dos micrófonos profesionales, que anheló tener todo el tiempo.
“Siempre anhelé utilizar un micrófono profesional, porque para mí es una herramienta fundamental para el trabajo que vengo realizando, y al tener en las manos ese par de micrófonos es maravilloso. No tengo palabras como describirlo”, anotó.
Además del par de micrófonos profesionales, recibió una grabadora también profesional de muy alta tecnología, una consola, un computador de escritorio, una mesa y sillas.
“Todos estos equipos son fundamentales, de alta tecnología, los voy a cuidar, a proteger como mi propia vida y son pocas las palabras para poder expresar mi agradecimiento con estas personas que me los han donado”, resaltó.
Ever recuerda que se inició en la radio desde que tenía 18 años, a ella le debe gran parte de su formación como persona. “No tengo dinero, pero sí soy rico en amistades, las que me aprecian, lógico habrá algunas que no, pero eso es normal”.
La emisora surgió hace más de 20 años, como una necesidad del corregimiento de contar con un medio de comunicación propio.
“A través de la radio, considero que hemos venido prestándole un servicio importante a toda la comunidad por el tema de lo comunitario, a diferencia de las emisoras comerciales, nosotros estamos mucho más cerca de la población, mucho más cerca a la gente, y eso es importante”, añadió.
En ese diálogo ameno, Ever recordó los programas que realizaba en las escuelas, su participación en los viernes culturales de los que disfrutaba y de allí muchos de sus amigos lo motivaron para que siguiera a la radio.
Estudiando
La edad no importa para estudiar, y eso lo tiene claro Ever, quien a sus 62 años decidió seguir una carrera técnica con el Servicio Nacional de Aprendizaje –Sena–.
“Aprovechando el tema del confinamiento decidí estudiar en el Sena, para prepararme como técnico en organización de archivo, lo hago desde aquí de mi casa”, explicó.
Se siente una persona afortunada, porque logró salir airoso del confinamiento por la pandemia, aunque muestra ese dejo de tristeza por los amigos y familiares que le arrebató el Covid-19.
“Muchos amigos se nos fueron sin despedirlos, la economía también bajó, yo soy un afortunado y esto que está pasando hoy es prueba de ello”, recalcó.
La donación
Amaury Padilla, director del programa de Desarrollo y Paz del Cesar, y Dianys Peraza, coordinadora del área de gobernanza y paz, recorrieron varios kilómetros desde Valledupar al corregimiento de Camarones, en La Guajira, para entregarle a Ever los equipos, como un estímulo para que siga en su trabajo diario comunitario a través de la emisora que montó y dirige hace más de 20 años.
“Lo que Ever hace por esta comunidad es invaluable, vamos hacer una donación como lo merece, es una demostración que usted por su trabajo se merece estos equipos”, fueron las primeras palabras del director del programa de Desarrollo y Paz del Cesar, Amaury Padilla.
Precisó que se requiere también que otras instancias apoyen las emisoras comunitarias, para que además de la buena música compartan con el público programas con nuevos contenidos que puedan sembrar de nuevo la esperanza, la armonía, la dignidad, la resolución de los conflictos.
La comunicación tiene que ser puesta al servicio de la vida, no solamente de los intereses económicos y materiales porque se pierde su sentido primigenio.
“Por eso don Ever, por lo que usted hace aquí, hicimos este esfuerzo que esperamos lo podamos seguir acompañando para seguir fortaleciendo este trabajo”, finalizó.