Continuar con el diálogo en medio de la huelga, fue la propuesta del Sindicato de los Trabajadores de Cerrejón al Ministerio del Trabajo, una vez se definió la hora cero.
Así lo confirmó a Diario del Norte, el presidente sindical Igor Díaz, quien expresó la plena disponibilidad de seguir dialogando para lograr un acuerdo con la empresa en el menor tiempo posible. “Cuando se cerró la negociación solicitamos al Ministerio de Trabajo y le dimos nuestro aval para que siguiera interviniendo para poder sentar a las partes”, enfatizó.
Manifestó que ante el llamado del Ministerio, en el momento que lo requieran estarán en la mesa de negociación para buscar la salida del acuerdo que es lo más importante.
“Lo que siempre hemos anhelado es una salida al acuerdo, no una huelga, sino el acuerdo de las partes para la firma de la convención colectiva y que finalmente no se aplique el turno que quieren imponerle a los trabajadores”, recalcó.
Y precisamente ese es uno de los puntos de discrepancia y que no ha permitido un acuerdo entre las partes. El sindicato sigue insistiendo que el cambio de turnos propuesto por la empresa incrementaría sus horas de trabajo, además de la exposición a enfermedades laborales, a lo que se suma que quedarían sin trabajo cerca de 1.200 personas.
Inspección
En la mañana de ayer, representantes del Ministerio del Trabajo, del sindicato de los trabajadores y de la empresa, realizaron un recorrido en Puerto Bolívar y la mina para verificar el estado de las instalaciones y la ubicación de los equipos para evitar que queden en riesgo.
Luego de la visita, se levantó un acta con la firma de las partes intervinientes. Se concretó el plan de contingencia, donde quedó claro cuáles son las labores esenciales que deben continuar como el sistema de bombeo, el manejo de la planta de agua, la movilidad solo para las personas que deban estar en el campamento, entre otras. “Lo que se busca es proteger todos los activos de la compañía”, insistió Igor Díaz.
Reacciones
En redes sociales, diferentes actores de La Guajira han coincidido de alguna manera en las graves repercusiones que pueda dejar la huelga.
El exrepresentante a la Cámara, Nelson Rodolfo Amaya Correa, expresó que el no estar de acuerdo con la huelga, no quiere decir que está en contra de que se debatan las condiciones laborales de los trabajadores, que pueden surtirse a través del Tribunal de Arbitramento, sin parar la operación de la empresa ni suspender ingresos de tantas personas.
Por su parte, la representante a la Cámara, María Cristina Soto, lamentó la decisión del cese y reiteró su preocupación por el conflicto laboral, además de reafirmar su intermediación para abrir un espacio de diálogo y concertación en la Comisión Séptima con presencia del ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera.
En tanto, el también representante a la Cámara, Alfredo Deluque Zuleta, reiteró el llamado a las partes para llegar a un acuerdo para evitar que se siga lesionando la economía del Departamento.
A su turno, el expresidente del Senado, Amylkar Acosta Medina, calificó como una mala noticia para la región y el país la huelga en Cerrejón. “Lamentable que el conflicto laboral haya llegado a ese extremo, más en este momento con pandemia, con la economía frenada y con la cifra de desempleo en el 20.2% en el mes de julio como lo reveló el Dane”, opinó.
Acosta Medina hizo un llamado a la sindéresis a las partes, para que se vuelvan a sentar a la mesa de diálogo y con la mediación del Ministerio de Trabajo se pueda allanar el camino para un avenimiento entre ellas.
El gobernador Nemesio Roys Garzón reiteró el llamado a seguir dialogando en procura de conjurar la huelga que dejaría graves repercusiones a la economía del Departamento, especialmente en el tema de las regalías.
Para Raiza Iguarán Issa, la huelga paraliza por completo la economía guajira, porque se afecta desde el vendedor de almojábanas en Cuatro Vías hasta los transportadores de la zona de influencia de la vía férrea y la carretera a Puerto Bolívar.
Alba Pinto expresó que La Guajira necesita un arreglo laboral urgente. “No podemos prescindir de todo lo que agrupa Cerrejón: empleo estable y bien pago, impuestos, regalías estímulo al consumo local, divisas, balanza de pagos con responsabilidad social. Sensatez y acuerdos prontos”.
Cámara de Comercio
El presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de La Guajira, Álvaro Romero Guerrero, hizo un llamado a la cordura para que se sienten nuevamente las dos partes y lleguen a un acuerdo. “En estos momentos es necesario una acción de estas, esto va a deprimir mucho más el sistema económico de La Guajira, esta huelga va a afectar mucho la economía”, sostuvo.
Añadió que los diálogos deben seguir y que respeta la decisión del sindicato de irse a la huelga, pero también les llama para que encuentren un punto que les permita firmar la nueva convención colectiva de trabajo. “No perdamos más tiempo, volvamos a los diálogos, deben sentarse para mirar cómo esto afecte lo menos posible al Departamento, al país y cómo pueden llegar a un acuerdo rápido”, puntualizó.
La empresa
En un boletín informativo, Cerrejón resaltó que los beneficios que ofrece y mantiene en la negociación, están entre los mejores ofrecidos en el país y en La Guajira. El sindicato ha rechazado una oferta que incluye, entre otros beneficios, el subsidio convencional de un 75% del costo del plan de medicina prepagada (para un subsidio total del 89% del costo del plan), con coberturas por encima del estándar del mercado; auxilios universitarios de hasta más de 11 millones de pesos por semestre, sin límite en el número de hijos; el acceso a un crédito de vivienda con tasas hasta un 60% inferiores a las del mercado, entre muchos otros. Solo por firmar la convención colectiva, Cerrejón hubiera dado a cada trabajador un bono de 5.5 millones de pesos.
Cerrejón representa aproximadamente el 45% del PIB de La Guajira, por lo que esta huelga tiene un impacto diario al Departamento de cerca de 7.000 millones de pesos. Esto supone la reducción de la capacidad del Departamento para el desarrollo de la región (inversiones sociales, inversiones en infraestructura, etc.).
Así mismo, al suspenderse los contratos de cerca de 10.000 trabajadores, entre directos y contratistas, hay un impacto directo en el bienestar de las familias y las comunidades.
Además, la suspensión de las operaciones afectará la forma en la que hemos venido entregando la ayuda a las comunidades étnicas y a La Guajira durante la emergencia provocada por el Covid-19.