Cada día que pasa se agudizan los problemas en Riohacha, frente a una administración que lamentablemente no ha encontrado el camino para enfrentarlos y brindar una solución a corto y mediano plazo para avanzar en sus soluciones.
Riohacha, Distrito Turístico y Cultural, sigue sumida en problemas de movilidad, invasión del espacio público, dificultades en los servicios públicos, desempleo, obras inconclusas, sin apoyo a los profesos culturales y al deporte, y una ciudadanía distante que poco o nada le interesa su ciudad.
Riohacha sigue creciendo de manera desordenada, las invasiones están a la orden del día, siguen llegando venezolanos en busca de trabajo y comida, los cuadros de mendicidad aumentan sin que la administración muestre acciones para controlar estos temas.
Capítulo aparte merecen los venezolanos que han encontrado en la capital de La Guajira un espacio para sobrevivir, pero generando algunos de ellos alteración en la cotidianidad de la ciudad, puesto que propician desórdenes que debe llamar la atención del alcalde Juan Carlos Suaza.
Es necesario que la administración preste atención a lo que está sucediendo, para que generen acciones y logren demostrar su autoridad, en aras de rescatar el orden que la ciudadanía exige.
Si bien se reconoce que en un año de gobierno es poco lo que se puede avanzar, no existe justificación para que tantos problemas juntos no sean de análisis y se empiecen a tomar acciones.
Es importante que la administración ejerza autoridad para solucionar algunos problemas que son recurrentes, como por ejemplo la invasión del espacio público y la movilidad, allí se podrían generar acciones que solo requieren voluntad política.
No está bien que en el Distrito no se sienta a su autoridad, lo que se visibiliza porque la ciudadanía termina comportándose como mejor le convenga.
El llamado también a los ciudadanos para que se apropien de la ciudad, muestren acciones que indiquen que les interesa el territorio y todo lo que pasa a su alrededor.
Es decir, hacer causa común entre la administración distrital y la ciudadanía para encontrar puntos de encuentro y juntos emprender una serie de acciones que lleve a un mejor vivir.
Se está a tiempo de lograr encauzar el camino, los problemas de la ciudad no dan espera, de allí el llamado a la primera autoridad del Distrito para que agende los temas, en procura de buscar solución a los más urgentes y que posiblemente solo requiera voluntad política.
Es hora de trabajar juntos por el Distrito para lograr que en el mediano plazo se muestre como una ciudad ordenada y amable.