La crisis económica del Distrito de Riohacha es uno de los temas que debe llamar la atención del alcalde Juan Carlos Suaza Movil y de gremios como la Cámara de Comercio de La Guajira, toda vez que la situación llegó a un estado crítico y requiere de un análisis serio en procura de empezar a buscar soluciones a un corto y mediano plazo.
El tema se agudiza por la presencia en la ciudad de cientos de ciudadanos venezolanos que siguen llegando en busca de comida y trabajo, y que en medio de las dificultades decidieron quedarse en la localidad.
Es frecuente observar el cierre de pequeños negocios en pleno centro, como también en los dos centros comerciales, a lo que se suma ahora la fusión de las oficinas de una entidad bancaria en un solo sitio.
No existe capacidad de empleo digno para todos esos profesionales que siguen en casa esperando una oportunidad, como tampoco los incentivos para emprender iniciativas propias, es decir, las posibilidades de trabajo cada día son más lejanas.
Por ello es indispensable que el mandatario distrital coloque en su agenda este tema que debe ser de su especial interés, como también de los concejales, quienes pueden desde su competencia tomar algún tipo de decisión que estimule al comercio y al pequeño y mediano empresario.
Las autoridades no se pueden quedarse de brazos cruzados, ante un tema que está golpeando a los hogares riohacheros, lo que ayuda para que aumente el índice de pobreza asociado a las dificultades para poder acceder a los servicios públicos, educación y salud.
Los cuadros de pobreza no pueden ser más evidentes en la ciudad, un comercio resentido por la falta de dinero, hogares en lo que solo se tiene derecho a una comida en el día, niños expuestos a la mendicidad como garantía de un poco de dinero a los papás para sobrevivir, otros que mueren por desnutrición, en fin, un drama que sigue sin dolientes y que requiere de la atención de quienes hoy están ostentando los cargos de poder.