Desde el 11 de marzo pasado cuando el presidente Gustavo Petro Urrego, designó a Carlos Alberto Carrillo Arenas, para dirigir la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y Desastres – Ungrd- para reemplazar al controvertido y comprometido, Olmedo López, la entidad se paralizó. Desde ese día, Carlos Carrillo, comenzó a hablar y no ha dejado de hacerlo.
Al menos esa es la sensación que se tiene en el país, especialmente en La Guajira, donde se vive una verdadera emergencia por falta de agua potable en las comunidades indígenas, las más vulnerables en Colombia.
El nuevo director vocifera en todos los espacios donde se le ha llamado y se le permite. En el Congreso calificó, sentenció y condenó, a todo lo que tuviese un ‘tufito’ a Olmedo López. Estaba en lo suyo, denunciar para que la opinión pública, tuviera claridad sobre lo que ha ocurrido en la entidad llamada a sofocar las emergencias en este territorio.
El problema es que ya ha pasado un largo tiempo, y Carrillo sigue haciendo lo mismo: vociferar por todos los puntos cardinales, tanto, que da la impresión de querer dejar sin funciones a la Fiscalía, Procuraduría y la Contraloría.
De Carrillo se espera mucho. Ha hablado tanto, que lógicamente ya debe mostrar algunos resultados. En La Guajira, por ejemplo, se vive una dura crisis. Los famosos 40 camiones no han podido llevar un solo litro de agua a las comunidades vulnerables. De los 184 supuestamente contratados, nadie sabe nada. Parecen ‘fantasmas’ que levitan sobre el cálido desierto.
María Alejandra Mejía Quintana, directora de la Unidad Municipal del Riesgo de Uribia, asegura que solo cuenta con tres carrotanques para asistir a más de 97 mil habitantes sedientos.
Desde Punta Cocos y Bahía Honditas, caseríos ubicados en el corregimiento de Bahía Honda, se lanzó un SOS en donde sus habitantes imploran para que les lleven agua.
Parece que el municipio de Uribia carece de logística para atender la emergencia. El Departamento espera que el municipio inicie un plan de abastecimiento, tal como lo señalan los protocolos.
Mientras la pelotica va y viene, y el director Carlos Carrillo encuentra la ruta hacía la península, los pobladores con sus recuas de animales, comenzaron a utilizar agua de mar sin tratar, lo que podría desatar una crisis de EDA, que agravaría más el problema.
En este Departamento a corte del 23 de marzo, han fallecido 18 menores, pese a que la Sentencia T-302 obliga a tomar medidas al Estado colombiano; 8 casos corresponden a física hambre, 8 por IRA y 2 por EDA.