La Asamblea General de la ONU declaró una celebración anual dedicada a la fraternidad, a la comprensión de la infancia del mundo y destinada a actividades para la promoción del bienestar y los derechos de los menores.
En este sentido, hoy 27 de abril Colombia conmemora el Día Internacional del Niño, fecha en que se recuerda la aprobación de los derechos de esta población en el país.
Pero si aterrizamos en el departamento de La Guajira, hablar de los derechos de los infantes es complejo, en medio de un escenario donde de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Salud, el año pasado el flagelo de la desnutrición infantil o causas asociadas a ella, aumentó en un 40 por ciento, y donde según recientes estudios, en los últimos 8 años, más de 4.770 niños han fallecido por esta misma problemática.
A este panorama se le suman las deficiencias en el sector educativo y la mendicidad de los menores que por estos tiempos deambulan por las principales calles de la ciudad, ante la invasión migratoria que desde hace varios años afronta la región. Sin duda alguna, estos escenarios son poco prometedores y con menos opciones, para ofrecerle una mejor vida a la niñez de esta región del país.
Lo más seguro es que en diferentes entidades y establecimientos de la ciudad, hoy abunden las jornadas y actividades para entretener a los menores en su día y se intente sacar el mayor provecho comercial a esta conmemoración, pero más que pintucaritas, inflables y descuentos en las heladerías, la niñez guajira necesita garantías y mandatarios comprometidos con hacer valer sus derechos.
Además, necesitan inversión en educación y salud de calidad, comunidades con el suministro de agua potable, que las instituciones departamentales se sensibilicen con la situación y se pongan en pie de lucha por el bienestar de esta población, que los menores pasen de vender caramelos en los semáforos, a prepararse en las escuelas, bibliotecas y en escenarios deportivos.
La niñez de La Guajira merece ser atendida, formada e instruida. La tarea es compleja pero de seguro valdrá la pena, puesto que representa no solo el futuro de un departamento, sino de todo un país.
El llamado es a solidarizarnos con la niñez del Departamento, que cuando se mencione a La Guajira no sea para revelar que en menos de un año más de 960 casos de desnutrición crónica se reportaron, sino para indicar que las autoridades de la península está trabajando por brindarle una mejor calidad de vida a esta población.