Mientras los presidentes de Colombia, Gustavo Petro Urrego, y su homólogo de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed Al Nahayan, ya tienen lista la hoja de ruta para iniciar la construcción de un moderno hospital de alta
tecnología para el departamento de La Guajira, en donde se puedan atender casos de alta complejidad, 16 gerentes de hospitales territoriales se aprestan a iniciar su nuevo período legal 2024 – 2028.
Será una nueva etapa para los nuevos gerentes en este territorio en don- de los niños mueren de hambre. En solo uno repetirá alguien con experiencia, María González, quien co tinuará al frente del hospital San Rafael de San Juan del Cesar. Al resto llegan primíparos que realmente no saben cómo se venden y se cobran los servicios prestados, falla protuberante en la actualidad, lo que ha generado una hecatombe financiera en la mayoría de
centros asistenciales.
En el caso del hospital de Riohacha, que tiene rótulo departamental, navegan varias incertidumbres. La primera tiene que ver con la construcción del nuevo hospital de tipo universitario. ¿Continuará cómo ESE Hospital Nuestra Señora de los Remedios? De ser así, qué pasaría con la actual entidad.
La otra, ¿qué alternativas tiene Cristian Brito Quintero para rescatar a esta empresa del atolladero financiero en
que se encuentra? Dos buenas reflexiones.
El hospital de Riohacha en los últimos cuatro años mostró unos resultados paupérrimos, tanto que a la gerente saliente, María An- gélica Martínez, los empleados la despidieron con una ‘ráfaga’ de varillas y cánticos donde se coreaba ‘el cese de la horrible noche’.
La mayoría de los nuevos gerentes designados corresponden a profesionales jóvenes pero con poca experiencia, no en el campo de la salud, sino en el manejo comercial, administrativo, y a recuperación de las carteras atomizadas entre la maraña de EPS’s que manejan los recursos de los usuarios.
Solo María González, gerente ratificada para el hospital de San Juan del Cesar, posee esa experiencia, que es muy diferente a las enseñanzas logradas en especializaciones que acrediten los entrantes funcionarios. Es muy diferente teorizar sobre salud que aterrizar en planes para recaudar, quizás las falencias más grandes que se han mostrado en la mayoría de estas empresas.
En el caso de Riohacha, esperar que se defina el modelo operativo de la nueva entidad que se proyecta construir, la cual tendrá el respaldo de la Universidad de La Guajira, órgano académico que recibe un espaldarazo para sacar adelante una serie de programas existentes y otros que se vienen proyectando desde hace mucho tiempo, como Enfermería, Nutrición y Dietética y Medicina.
Bienvenidos los nuevos gerentes. No será nada fácil, pero si hacen las cosas bien, con transparencia, seriedad y desprendidos del ánimo de incrementar sus arcas particulares, estaríamos alejando las posibilidades de nuevas intervenciones, tal y como la vive, desde hace años, el hospital San José de Maicao.