La Ley 918 de 2004, rompió de un solo tajo la tradicional celebración del ‘Día Nacional del Periodista en Colombia’, la que se hace todos los 9 de febrero. Desde ese entonces se establecieron dos celebraciones. La denominada oficial, amparada por una Ley de la República, y la tradicional, que lleva el respaldo del Círculo de Periodista de Bogotá.
La Ley 51 del 18 de diciembre de 1975, permitió a los gremios periodísticos del país, la celebración del 9 de febrero, considerado el verdadero día del periodista colombiano, como homenaje a Manuel del Socorro Rodríguez, fundador del primer papel periódico de Colombia.
El expresidente Uribe consideró que se le debía rendir homenaje a Antonio Nariño por la Declaración de los Derechos del Hombre, y no a Rodríguez.
Pero los periodistas han considerado que su verdadero día, no es el 4 de agosto. Se reconoce y se celebra el 9 de febrero. Por eso hoy Gámez Editores, Diario del Norte, el Noticiero Cardenal, quieren felicitar a todos los comunicadores, periodistas y aquellas personas que manejan opinión e información a través de las nuevas tecnologías que han irrumpido en el universo.
Indiscutiblemente que las tecnologías modernas han marcado una rotura en el periodismo universal. Ya nada es igual. La metamorfosis periodística se venía notando, cuando, los principales diarios del mundo comenzaron a desmontar sus millonarias estructuras al recortar sus oficinas e incluso a cambiar algunos esquemas para lograr la información.
El coronavirus que apareció en 2020 se convirtió en la estocada o golpe definitivo para generar y aplicar otros conceptos tecnológicos dentro de los procesos informativos en el mundo.
Esta pandemia derribó todas las apuestas de quienes decían que los medios impresos estarían siempre vigentes y de los soñadores que ya planteaban que la virtualidad y sus redes sociales, acabarían con la tradición de lo impreso.
En la pandemia las empresas periodísticas redujeron sus tirajes, algunas intentaron resistir, pero al final, fueron muchos los medios de circulación impresa que sucumbieron y sus propietarios tuvieron que aceptar que la única salida para mantenerse vigente, era el camino de la virtualidad.
Muchos comunicadores se niegan a aceptar los nuevos ordenamientos tecnológicos. Muchos aun, optaban por seguir aferrados a la vieja máquina, tal como le ocurrió al famoso ‘Chelo’ de Castro en Barranquilla, quien murió sin saber trabajar en un computador.
En La Guajira donde se logró un boom de lo impreso entre 2009 y el 2021, cuando circulaban varios medios impresos de tiraje diario, el golpe fue certero. Hoy, solo Diario del Norte logra una edición semanal de carácter impreso. El resto desaparecieron de esa modalidad y abrazaron las nuevas tecnologías.
No es fácil hacer periodismo en estos tiempos. La pauta comercial prácticamente desapareció de los rubros presupuestales estatales. La publicidad algunos la toman como un favor, otros la utilizan como una cohesión. De todas formas el periodismo en cualquiera de sus modalidades tecnológicas seguirá existiendo: Felicidades a todos nuestros colegas.