El departamento de La Guajira tiene que enfrentar en el próximo cuatrienio, una serie de situaciones que son el rezago de la inestabilidad político – administrativa que hemos vivido en los últimos diez años.
Creemos que los guajiros el próximo 27 de octubre vamos a escoger a los mejores hombres y mujeres que dirijan los destinos políticos – administrativos de esta región como uno de los grandes desafíos que deben afrontar los nuevos gobernantes. Vamos a ponernos en la posición que el electorado guajiro hizo bien la tarea el próximo 27 de octubre, al escoger al gobernador, alcaldes, diputados y concejales idóneos que superen el gran desafío, basado en la amarga experiencia que han dejado los últimos dos gobernadores y que las debilidades del pasado las hemos convertido en la fortaleza para los siguientes cuatro años de gobierno.
Queremos ser más optimistas dejando atrás el pesimismo y soñar con La Guajira ideal. Presagiamos un departamento en donde los escándalos políticos y la corrupción hayan desaparecido. Ideamos una península en donde los opositores políticos se reconcilien por el bienestar de sus habitantes y que esa reconciliación sea también entre todos los guajiros. Si nuestro sueño por La Guajira se convierte en realidad, nuestra quimera sería arrojar todos nuestros problemas a un cayuco que partió a la deriva desde las costas de La Guajira hasta perderse en el ocaso, es decir, en el lugar infinito a donde se oculta el sol.
Nuestra máquina del tiempo la cronometramos desde el primero de enero de 2020, en donde inicia el nuevo gobernador y los nuevos alcaldes, y a partir de ese momento, comenzamos con un gobierno ideal que espera con mucha sed nuestra sociedad. Un gobierno sin tanto ruido nacional, un gobernador y 15 alcaldes perfectos y justos con nuestros gobernados, producto que el electorado hizo bien la tarea eligiendo el 27 de octubre a las personas idóneas que a lo largo de su vida profesional y en las posiciones que han ocupado, han hecho bien la tarea.
En la transición utópica con la realidad frente a La Guajira ideal, nos corresponde decir que no es necesario que los periodistas de este departamento estemos buscando apoyo con la dirigencia política y gremial de otras regiones, ya que seguramente hemos comenzado a mejorar la mala imagen que tenemos en el contexto nacional y que la horrible noche cesó el 31 de diciembre de 2019 en calidad de borrón y cuenta nueva.
Con La Guajira ideal, la misma que soñamos quienes aquí vivimos, regresarían las inversiones privadas generadoras de empleo, fortalecimiento del emprendimiento y crecimiento empresarial, elementos esenciales para la recuperación de un departamento que fue devastado por los malos administradores y la corrupción.