La trampa siempre sale. Una frase o sentencia infantil que esbozábamos cuando éramos niños y se hacía una jugada dudosa. Así parece venir ocurriendo en el entramado armado por la Superservicios en el 2017, que finalmente concluyó con la creación de la empresa Air-e, y sus nefastos resultados.
Tras la asunción al poder de Carlos Diago Abello, han nacido más dudas que esperanzas. Las dudas se desprenden de la poca credibilidad que tienen entidades como la Superservicios, la cual, en el pasado se prestó para abrir el camino expedito a una empresa privada, para que armara carpa con la prestación del servicio de energía eléctrica en esta región.
Una investigación realizada por los periodistas Hollman Morris y Edison Bolaños de Señal Investigativa, puso en evidencia que al señor Alberto Ríos Velilla, le abrieron una ruta para que él, socio de la empresa de energía de Pereira, junto a socios situados en los ‘paraísos’ fiscales de Panamá, iniciaran el gran negocio.
Según el contexto de la investigación, a Ríos Velilla, Superservicios, en cabeza de su directora Natasha Avendaño, le aprobó un billonario crédito, y le entregaron 2 billones en infraestructura para que naciera Air-e, que solo alcanzó a manejar directamente por 43 meses el sistema eléctrico de tres departamentos en el Caribe.
Hoy, de una forma desesperada, se hace casi lo mismo, cuando Electricaribe lanzó un SOS, pidiendo intervención, porque estaba quebrada. Air-e, que en sus dos primeros años arrojó ganancias, ahora dice que no puede seguir prestando el servicio.
Air-e no se ha acabado. La empresa y sus funcionarios siguen en el negocio. La intervención va a asumir la responsabilidad de trabajar todo el sistema de comercializar la energía que deberán comprar en bloque a los generadores y vender a precios razonables a más de un millón de usuarios en tres departamentos.
De lo que sí estamos seguros, es que se aumentarán los costos operativos. Prácticamente se incorpora una nueva nómina, cuyos pagos saldrán del ‘cuero’ de los usuarios que tiene Air-e, algo parecido a lo ocurrido con las intervenciones a los sectores de educación, agua y salud en La Guajira.
El economista y exalcalde de Maicao, José Rafael Díaz Ojeda, acaba de enviar un documento al Agente Especial, Carlos Diago, para que solicite la intervención de la CGR, PGN, y vigilen este proceso.
A su vez, pide que se aclaren los movimientos que se han efectuado desde noviembre del 2020, a la fecha de inicio de la intervención, especialmente para revisar los giros de los fondos FSSRI y FOES, y determine si fueron liquidados ajustados al derecho.
Para muchos, simplemente se le ha colocado un disfraz de oveja a la bestia que devoró todos los presupuestos de la canasta familiar a los usuarios de Atlántico, Magdalena y La Guajira. Air-e seguirá ganando sin poner la cara.