A propósito de las elecciones regionales previstas para el próximo 27 de octubre de 2019, en donde se elegirán nuevos gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles, corresponde a los medios de comunicación informar de manera detallada quiénes son cada uno de los candidatos y qué propuestas están manejando, para en el caso de La Guajira sacarla de la crisis institucional y económica en que se encuentra.
Los medios y los periodistas juegan un papel fundamental en la entrega de información sobre cada uno de los candidatos, es decir, contarle a la comunidad quiénes son, qué intereses representan, quiénes lo apoyan, de dónde provienen los recursos económicos que invierten en las campañas, qué inhabilidades podrían estar rondando para que la comunidad pueda tomar su mejor decisión.
Pasar de agache no está permitido para quienes generan opinión, y la crisis institucional que vive el Departamento, producto de 11 gobernadores en cuatro años, indica en que se requiere que la ciudadanía cuente con información calificada, para que pueda votar de manera responsable el día de las elecciones.
Los candidatos deben también tener claro el deber ser de los periodistas, y entender que independientemente porque quien votarán, están en la obligación de informar sobre cada uno de ellos, escudriñando cada accionar de su vida pública.
También es necesario alertar sobre los delitos electorales, para crear conciencia y poder ejercer el derecho al voto sin ningún tipo de presión.
El futuro de La Guajira está en manos de los electores, pues son los responsables de elegir a quienes estarán gobernando durante cuatro años, sobre ellos recae la responsabilidad de escoger a quienes realmente cuenten con todas las condiciones desde el conocimiento, la experiencia, lo humano, la responsabilidad, la honradez y lo ético para gobernar durante este nuevo periodo de gobierno.
En ese sentido, cabe recordar una apreciación sobre el tema de Juan Ignacio García Rodríguez, director de Servicio Electoral de Chile, que precisa que “la democracia necesita medios de comunicación que no sean excluyentes, para así poder constituirse en vehículos universales de información, así como en su papel de contralores políticos. Todo ello, dentro de un ejercicio de una efectiva libertad de expresión”.