La madrugada de este domingo 8 de diciembre, precisamente cuando el mundo cristiano celebraba la Inmaculada Concepción, marcará un hito en la historia árabe, pero también genera un nuevo derrotero en la política mundial, tras la caída del Gobierno de Al Assad, a quien se le consideraba un dictador en la República Árabe Siria, o la antigua Sham.
Se cayó un dictador para algunos, un libertador para otros, lo cierto es que el presidente Bashar al Assad, a quien se le acusa de transformar la prosperidad Siria en una hoguera que ardía en Medio Oriente, debió huir casi en la madrugada de este domingo en un avión particular, sin que hasta ahora se conozca su destino, luego de perder el respaldo de sus grandes aliados como Rusia.
La historia de Siria siempre ha estado ligada a las guerras, ocupaciones de fuerzas extranjeras que asaltaron sus pueblos y ciudades que codiciaban su posición estratégica. Recordemos que este territorio fue ocupado y gobernado por los sumerios, mitannios, asirios, babilonios, egipcios, hititas, cananeos, fenicios, arameos, amorreos, persas, griegos y romanos. Ahora intentaba ser dominado por fuerzas aliadas lideradas por Rusia.
El primer interrogante que se comenzó a manejar fue la tácita alianza entre el nuevo presidente de los Estados Unidos Donald Trump y Vladimir Puttin, quienes comenzaron a mover fichas estratégicas e importantes que podrían permitir el fin de la guerra Rusia – Ucrania, y los problemas entre Israel – Palestina y parte del mundo Árabe.
La guerra civil en Siria tuvo sus inicios muy tímidos en el 2011, cuando un grupo de jóvenes comenzó a pintar grafitis revolucionarios en un muro escolar en Deraa, una pequeña ciudad sureña, en donde fueron arrestados por el gobierno. Se quejaban del alto índice de desempleo, la crisis económica y los altos grados de corrupción en el gobierno.
Estos hechos marcaron el principio de las revueltas callejeras, especialmente en Damasco y Alepo, bastiones iniciales de esta lucha.
Pero los efectos colaterales de la política internacional también tendrá sus repercusiones en América, en donde el presidente Gustavo Petro, en uno de sus primeros pronunciamientos advierte que “El país árabe se derechiza hacia el fundamentalismo como Afganistán, Irak y Libia; Israel crecerá aún más tomando terrenos sirios. Los palestinos y los kurdos estarán aún más solos. Quizás Irán como en Irak, gané más influencia chiíta.
También los expertos analizan sobre los caminos que recorrerá ahora el petróleo venezolano, y cuáles serían las perspectivas de países empobrecidos como Cuba.
Se espera una semana dura en pronunciamientos de los sectores de derecha, centro y el progresismo universal, para mirar con claridad qué podría ocurrir con el nuevo alineamiento internacional, en donde se pronostica que Europa Occidental jugará papel importante para poner fin a la guerra de Ucrania. ¿Cuáles serán las repercusiones políticas en Latinoamérica, especialmente en Colombia?