El Centro de Eventos Mónaco de Maicao sirvió de escenario para deliberar por más de cuatro horas, una reducción para los precios de la gasolina subsidiada que se expende en las estaciones legales que existen en esta zona de frontera con Venezuela.
Pese a los esfuerzos del Gobierno nacional, los $433, propuestos por la comisión especial, no satisfacen las aspiraciones de los miles de conductores, que se sienten asfixiados cada vez que les toca surtirse de gasolina o Acpm.
La frontera La Guajira – Zulia, es la más informal, partiendo que no existe un Cenaf, en donde se puedan atender a los visitantes en condiciones aceptables, aunque Migración Nacional, ha implementado unos espacios con oficinas y sillas para sentar a los usuarios.
La misma informalidad que le da el Gobierno a esta zona fronteriza de Paraguachón, en donde paradójicamente no puede salir los productos del Caribe hacia los mercados venezolanos, por prohibición absoluta del Gobierno nacional, coartando el derecho a los productores e inversionistas del Caribe instalados en Santa Marta, Barranquilla, Cartagena, Valledupar.
A mediados de los años 90, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, facilitó a los indígenas wayuú, en ambas nacionales, crear una cooperativa para el manejo de una ‘importación’ con precios altamente favorables, con lo cual, Ayatawacoop, pudo ejercer algún control al contrabando y a la informalidad.
Ahora la ilegalidad comienza a renacer. Uribia, Maicao, Manaure, Riohacha y Albania, ya están plagadas de puestos de combustible ilegal vendido en pimpinas o botellas plásticas conocidas como ‘Brisa’.
Frente a este nuevo panorama de contrabando, se vienen aperturando espacios para buscar las fórmulas que abaraten los precios del combustible colombiano, para evitar la venta del contrabando.
El ejercicio hecho por los delegados de los ministerios de hacienda, minas y energía, ambiente, los voceros de las alcaldías y del gobierno departamental, al igual, el liderazgo de la senadora Marta Peralta, permitió un acercamiento, al proponerse una reducción de $433, que nos dejaría el galón de gasolina en $13.798, el cual actualmente se paga a $14.231.
Pese a esta reducción, seguimos con los precios más elevados de toda la frontera con Venezuela y Ecuador. En Cesar, por ejemplo se paga el galón, a $13.587 y $13.620, menos dinero por cada galón, en una frontera que solo es geográfica, y carece de una dinámica de trashumancia humana ya que no existen carreteras entre el Zulia y ese departamento.
Nos quedamos cortos en los cálculos, y le corresponderá entonces, a la Gobernación y los municipios, sacrificar sus sobretasas para darle un aporte a la reducción de los precios, para flexibilizar un poco lo que se nos viene encima con la nueva oleada de contrabando desde la vecina Venezuela.