Expresiones de miedo se escuchan diariamente en la ciudad de Riohacha, por los ciudadanos debido a las acciones de grupos delictivos dedicados al atraco, la extorsión y asesinatos.
La seguridad en primera instancia es responsabilidad de la administración distrital, porque se trata de proteger la vida de sus gobernados, por lo tanto les corresponde analizar la situación para definir una serie de estrategias en procura de salirle al quite a los delincuentes.
Es una tarea que debe ir más allá de unas declaraciones a través de los medios de comunicación, que en algunas ocasiones resultan desafortunadas como cuando se le ordena a un comandante resolver en 48 horas el crimen de una persona.
No es hora de enfrentamientos con la Policía Nacional, ellos deben cumplir con la tarea que les corresponde en materia de seguridad, como también la administración distrital debe apoyarlos con la entrega de implementos que les ayude a contrarrestar a quienes están sembrando el miedo en la ciudad.
El llamado al alcalde distrital Juan Carlos Suaza Movil, para que se apersone del tema, y en un diálogo sincero con el comandante de Policía, Fiscalía, Ejército puedan definir una serie de estrategias para restablecer la seguridad en la capital de La Guajira, entendiendo que cada uno debe trabajar bajo sus propias competencias.
El Distrito debe invertir en materia de seguridad, como por ejemplo garantizar el servicio de alumbrado público, recuperación del espacio público, control al servicio de transporte en motos, y otros que son necesarios para avanzar en el tema.
Natalie Alvarado, encargada de la seguridad ciudadana del Banco Interamericano de Desarrollo, en un evento en la ciudad de Medellín sobre inseguridad, recordó cinco elementos para reducir la inseguridad desde lo local, y el primero de ello es que un alcalde no puede exonerarse de responsabilidades y delegar el control de la delincuencia a otros, donde el Gobierno nacional también juega un papel clave y debe construir capacidades para que los actores claves puedan actuar, y especialmente apoyarlos cuando el crimen desborde sus capacidades locales, definiendo como segundo elemento las acciones de los diferentes sectores hacia un mismo objetivo la reducción del crimen y la violencia.
El tercer elemento, es la Policía quien debe estar en primera línea para prevenir y controlar el crimen. El cuarto, anticiparse al crimen, y por último innovaciones y sinergias con el sector privado y la sociedad civil.