Los primeros 100 días de gobernadores y alcaldes del país, al igual de diputados y concejales, no son nada halagüeños. En el primer trimestre, los mandatarios territoriales han invertido sus tiempos en cumbres, encuentros, citas presidenciales y ministeriales, organización de los Planes de Desarrollo. Eso. Viajes a Bogotá, Cartagena y Barranquilla, en el caso del Caribe.
Es apenas lógico que han sido pocas las ejecuciones. Sus acciones han estado encaminadas en algunos casos, a sofocar los incendios forestales y los efectos de un extraño Niño que lo han convertido en la principal fuente de anuncios de incrementos tarifarios y ahorro de agua en todo el país.
El principal discurso de los nuevos mandatarios que iniciaron su ciclo administrativo el pasado 1 de enero del 2024, ha sido un plan para reducir las altas tarifas que manejan las empresas comercializadoras de la energía eléctrica. Parece que la fuerza con la cual se inició el reclamo en el Caribe se ha silenciado, sin que existan realmente resultados para que los usuarios puedan mitigar el alto costo de la facturación mensual. El último anuncio es que, en abril será más elevado el servicio.
En La Guajira los alcaldes tendrán muy poco por mostrar. Mejor dicho, nada. Las obras macros están paralizadas. Nada se sabe sobre el futuro de la terminación de la carretera La Florida – Cuestecita. El senador Alfredo Deluque sigue advirtiendo sobre la parálisis de las obras de las vías a la Alta Guajira. Todo lo que se anunció por parte de la Ungrd se ha frenado, tras el escándalo de los 40 camiones y sus bondadosos contratistas.
Muchos de los alcaldes se enredaron en minucias de políticas de patio, como la elección de los personeros, hasta el punto de encontrar casos como Urumita, en donde existen dos funcionarios, cumpliendo las mismas labores. En Uribia no existe un personero en propiedad. Otros, también están enredados en los nombramientos de los gerentes de los hospitales o centros de salud con rótulo de hospital.
El gobernador Jairo Aguilar Deluque viene cumpliendo su labor de líder departamental e incluso ha logrado ser tenido en cuenta para estar al frente de muchos procesos del Caribe. El resto le ha sido difícil, porque inicialmente los mantuvieron al margen de cualquier actividad por parte de la Unidad del Riesgo, que en un principio manejo a su gusto y acomodo, Olmedo López.
Habrá que esperar que el presidente Petro, ‘tumbe’ la Casa de Nariño y acoja la propuesta de César Lorduy, para tener una sede alterna de Gobierno, al menos para los temas del Caribe, eso evitaría que los mandatarios territoriales despachen de lunes a jueves desde los hoteles de Bogotá o en las oficinas de sus amigos en el Congres