La ruptura de un jarillón en las salinas de Manaure, deja incalculables pérdidas económicas y ambientales a la empresa Sama, que sobrepasan los 20 mil millones de pesos.
El gerente de la empresa, Daniel Robles, denunció ante la Fiscalía General de la Nación el daño presentado, que al parecer fue ocasionado por manos inescrupulosas.
Expresó que desde el año pasado, realizan grandes esfuerzos para tener el bombeo de agua de mar para el centro de producción que sirve para la fabricación de sal que es el objeto natural de Sama y, para mantener el Distrito de manejo integrado de Musichi vivo, teniendo en cuenta la gran importancia ecológica y ambiental que tiene para la región por la presencia de las aves migratorias y el sistema de mangle.
Precisó, que han bombeado agua de mar constante durante más de ocho meses con grandes esfuerzos técnicos, lo que no ha sido obstáculo para realizar esa labor.
“Pero vemos con tristeza ciertas acciones a raíz de la activación del proceso y del bombeo de agua de mar se han venido inundando todas las zonas de los depósitos para poder concentrar salmueras que es uno de los grandes propósitos también de la empresa”, expresó.
Relató que el domingo detectaron una ruptura de uno de los jarillones norte de los depósitos A, específicamente el A 4, que no era normal porque se estaba devolviendo el agua hacia el mar, afectando gravemente la producción de sal y al ecosistema.
“Es una ruptura que no es hecha naturalmente, fue provocada por el hombre es algo muy triste igual denunciamos la situación ante la autoridad competente”, anotó.
Puntualizó que las afectaciones son innumerables, no solamente económicas sino también ambientales, las cuales no tienen un costo determinado.
Indicó que la recuperación es muy lenta, con unas afectaciones graves en los jarillones y temas ambientales, que suman más de 20 mil millones de pesos, teniendo en cuenta la situación actual de la empresa que debe cumplir con la producción de sal, y el cuidado del sistema integrado de Musichi.
Precisó que están trabajando en dos frentes para poder superar la emergencia que se ha presentado, una de ellas es en la operativa que gracias a la unión que hay con los trabajadores, realizan un ejercicio muy importante desde el mismo día que detectaron la falla.
“En ese arreglo nos podemos demorar unos diez o quince días es decir es un retraso importante, pero desde el punto de vista operativo ya estamos trabajando para poder controlar el flujo de agua hacia el mar taponando todo ese proceso”, manifestó.
También sostuvo que se estará implementando un tema social, a través de una estrategia para llegar a las comunidades aledañas, para que cualquier situación irregular que observen la informen y de esta manera tomar las mejores decisiones frente al desarrollo de la empresa.
En ese mismo sentido, el gerente explicó que luego de la visita de fiscalización de la Agencia Nacional de Minería, siguen cumpliendo técnicamente con lo que les han encomendado y con lo que están obligados, que es comercializar, fabricar y bombear agua de mar.
“Son varios procesos los que están encadenados, el bombeo de sal constante al centro de producción, la fabricación de salmuera que en este proceso estamos un poco lento debido al estado de deterioro en que encontramos las salinas que se encontraba sin proceso de fabricación de sal. Nosotros estamos retomando todo ese tiempo nos afecta porque tenemos compromisos sociales con las comunidades indígenas y los compromisos sociales con la Asociación de Charqueros de Asocharma”, precisó.
Reiteró, que técnicamente están cumpliendo con todo lo que les ha indicado la Agencia de Minería.
Sobre el robo de la sal, reiteró que son varias las denuncias interpuestas ante la Fiscalía General, y que propició una visita de varios funcionarios de ese organismo a la zona.
“El robo, actualmente se sigue dando en los recorridos, la Fiscalía percibió la situación, son ocho denuncias centralizadas en un solo fiscal”, adujo.
Sin embargo, el funcionario se mostró optimista, esperando que puedan superar la emergencia en el menor tiempo posible, para que se reactive la producción y se evite un daño ecológico de mayores proporciones en el distrito de manejo integrado de Musichi.