Su esbelta figura contrasta con su pequeño Emiliano de apenas 22 días de nacido, quien llegó en uno de los momentos más interesantes de su vida.
Erenia es una mujer de palabra, hija del reconocido líder social Alberto Palmarroza, de quien heredó la fuerza para luchar por la igualdad, y de Emma Brugés, el polo a tierra del hogar.
Su embarazo lo vivió en Bogotá, lejos de su familia, de su Riohacha del alma porque aquello que trabaja con la Consejería para la Juventud, pero siempre su pensamiento alrededor del sitio donde nació.
Sentir los latidos de su bebé, de sus movimientos en el vientre que lo albergó durante nueve meses, que lo cargó en cada salida a sitios diferentes por su trabajo, y el reconocimiento del rol de la mujer en la crianza, fue uno de los motivos para cambiarle el orden de sus apellidos.
El papá de Emiliano, Hernando Jonás Acosta Almazo, no se opuso, fue una decisión concertada.
La cita fue en la registraduría en Riohacha, hasta allí llegaron Erenia y Hernando Jonás, con el pequeño en brazos, a quien registraron con el nombre de Emiliano Alberto Palmarroza Acosta, amparados en la ley 2129 del cuatro de agosto de 2021, donde se establecen nuevas reglas para determinar el orden de los apellidos.
Fue un momento emotivo y las lágrimas se asomaron en el rostro de la recién estrenada mamá, quien disfruta cada expresión de Emiliano.
“Estuve en conversaciones con el papá del bebé y los dos estuvimos de acuerdo. Yo hace rato lo venía pensando como mujer porque nosotras en la sociedad tenemos una responsabilidad bastante grande en la crianza de los hijos”, relató a este medio de información.
Erenia tiene claro el valor de la mujer en el hogar, en los desvelos por proteger a los hijos, por acompañarlos en el crecimiento, por el cuidado y el amor que se les prodiga sin esperar nada a cambio, por esa y otras razones considera que es valido que lleven como primer apellido el de la madre.
“Nosotros tenemos un rol fundamental dentro de la familia, yo creo que hay que bajarle a ese estigma que de pronto lo que está bien es que sea el padre primero y después la madre”, precisó.
Plantea que la ley 2129 del 4 de agosto de 2021, es también el reconocimiento del rol tan importante en la familia que tiene la madre en todo el proceso de crecimiento de los hijos, y el que siempre se mantiene en cualquier edad.
“Yo creo que el regalo más importante es que mi hijo pueda tener mi apellido como primero”, expresó.
El papá de Emiliano, Hernando Jonás Acosta Almazo, hijo de Betty Almazo e Hildermaro Acosta (QEPD), conoce los pensamientos de Erenia, tiene claro que siempre ha estado apropiada de procesos formativos donde la mujer tiene un rol fundamental.
También como abogado es conocedor de la ley que permite que los hijos puedan llevar como primer apellido el de la madre.
“Entiendo que como wayuú, conoce que las mujeres indígenas también tienen esa potestad, quienesdurante siglos lo han hecho a diferencia de nosotras las arijunas”, dijo.
Erenia recordó que anteriormente y por otros asuntos, las mamás registraban a sus hijos con sus apellidos, pero hoy existe una ley que ampara lo que puede considerarse como un derecho de la mujer.
“Son muchas las mujeres que están luchando con sus hijos, muchas solteras con dificultades, finalmente somos nosotras quienes tenemos como toda esa fuerza, esa carga cuando los padres son ausentes”, precisó.
El embarazo
Erenia pasó su embarazo en la ciudad de Bogotá, fue un poco difícil, a veces de melancolía por estar lejos de La Guajira, de sus papás y hermanos, quienes en la distancia siempre la acompañaron.
Vivió sensaciones diferentes a lo habitual, ya no solo era el trabajo y el estudio, empezó a disfrutar de un roll totalmente diferente a lo que normalmente vivía.
“Yo siento que la maternidad la da a uno mucha sensibilidad, y las dificultades que uno tiene pasan a un segundo plano, entendí entonces que hay otras metas que cumplir, otros objetivos que uno tiene que trazarse”, agregó.
Erenia solicitó vacaciones antes del parto, y se regresó a Riohacha para estar rodeada de los seres queridos y, para que el bebé naciera cerca al mar por ese significado especial que disfruta internamente.
“Uno tiene que estar en los lugares donde se siente bien, donde se siente identificado, donde los hijos sientan ese calor humano, esa sensación de lo que es el territorio, de lo que es sentirse de lo propio como tal”, agregó.
Emiliano Alberto es un cambio de 180 grados en la vida de Erenia, es ahora su motor, ese ser que le ayuda a no desfallecer y que la motiva para cumplir nuevas expectativas y garantizarle un futuro que no sea incierto donde triunfe el amor de mamá.