De acuerdo al Grupo Nacional Antidopaje de Coldeportes, el portero guajiro Álvaro Montero podría enfrentar una suspensión de hasta cuatro años
, que le impediría participar de cualquier actividad relacionada con el fútbol durante ese tiempo.
La noticia del presunto dopaje del guardameta molinero tiene conmocionado al Fútbol Profesional Colombiano, teniendo en cuenta que el jugador del Deportes Tolima es uno de los de mayor proyección en su posición y un serio candidato a ocupar un lugar en la selección Colombia a mediano plazo. Ahora el resultado positivo por isometepteno que arrojó la muestra de orina de Montero el pasado mes de enero tiene su futuro pendiendo de un hilo.
¿Qué sigue en el caso Montero?
El jugador tendrá que presentar descargos ante la Federación Colombiana de Fútbol para explicar por qué hubo una sustancia prohibida en su cuerpo durante la semifinales del Torneo Finalización 2018.
Por otro lado, el portero tendrá la oportunidad de demostrar su inocencia solicitando una contramuestra ante un laboratorio autorizado para tal fin.
Orlando Reyes Cruz, Coordinador del Grupo Nacional Antidopaje de Coldeportes, explicó al diario Marca que tras confirmar el resultado «se notifica al deportista, se le manda una carta diciéndole sobre lo que se encontró, sobre los derechos que tiene a la defensa y demás. Uno le da un plazo al deportista para que responda si quiere la apertura de la muestra b. Si él quiere la apertura, nos tiene que decir la fecha para ir hasta el laboratorio, pero en este caso, dicho laboratorio está en Estados Unidos. Si él quiere, él puede estar en la apertura de esa muestra».
Después de esto, Coldeportes recibe los resultados del nuevo análisis y envía los resultados a la Federación Colombiana de Fútbol, donde la Comisión Disciplinaria citará a Montero para que se defienda junto a sus abogados. En esta instancia la FCF adsuelve al jugador en caso de un resultado negativo en la prueba B o puede sancionarlo si ocurre lo contrario.
Cabe destacar que Álvaro Montero no tiene antecedentes por consumo de sustancias prohibidas, un punto a su favor que le permitiría centrar sus esfuerzos en demostrar que la infracción no fue intencional.