“Sin garantías no podemos seguir trabajando en la búsqueda de las personas que aún continúan desaparecidas. Las necesitamos para poder seguir en el territorio y trabajando”,así lo expresó Yirley Velasco Garrido, de Sembrando Vida, asociación que reconoce cómo el Pacto “es un paso positivo y enorme en el compromiso de cada una de las entidades”.
¿Quién se los llevó?, ¿estarán vivos?, ¿estarán bien?, son algunas de las incógnitas de personas que llevan décadas buscando a sus familiares, sin perder la esperanza de que un día se reencontrarán. Son conscientes de que el fenómeno de la desaparición forzada es uno de los escenarios más difíciles del conflicto armado en Colombia.
Surlay Sequea desde 1999 está buscando a uno de sus seres queridos y hoy, a través de una asociación, ayuda a mujeres y hombres a escudriñar dónde estarán sus hijas e hijos, madres, padres, primas, primos, tías, tíos y todos los que fueron desaparecidos de manera forzada. “Esperamos el compromiso, todo el apoyo y la solidaridad en este proceso de búsqueda de nuestros seres queridos”, dijo Sequea.
No en vano, la consigna de quienes ejercen tan incansable labor es: “llueva o truene, la búsqueda se mantiene”. Por eso, ahora ellas y ellos, en su mayoría mujeres, ven una luz de esperanza en el ‘Pacto por el buen futuro, la garantía de derechos y el reconocimiento a la labor de las mujeres buscadoras de personas desaparecidas’, liderado por la Defensoría del Pueblo y firmado por la entidad y otras instituciones para impulsar y cumplir a cabalidad la Ley 2364 de 2024, que reconoce y garantiza su trabajo.
Fueron 40 las mujeres buscadoras presentes en el acto de firma que se llevó a cabo en la escuela Lucho Bermúdez, de El Carmen de Bolívar, Bolívar, en el que se comprometieron la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, el Ministerio de Justicia, la Jurisdicción Especial para la Paz, el Instituto Nacional de Medicina Legal, la Procuraduría General, Migración Colombia, la Unidad Nacional de Protección, la Gobernación de Bolívar y las personerías de San Juan Nepomuceno y San Jacinto.