Un grupo de mujeres privadas de la libertad recluidas en la Cárcel Distrital de Mujeres de Cartagena demostraron que, en medio de la adversidad y de las circunstancias por las que atraviesa el mundo a causa de la pandemia, se vale soñar, pero sobre todo cumplirlos.
Algunas no sabían leer ni escribir, otras solo firmar su nombre y medio deletrear, pero lograron estudiar y hasta terminar su bachillerato.
Como parte del programa de resocialización de la cárcel de Mujeres y ejecución de un convenio con el colegio Valores Unidos, 18 mujeres continuaron sus estudios y una, logró alcanzar su título de bachiller.
En este convenio, que inició su consolidación en enero de este año como una estrategia al interior de la cárcel para llevar una verdadera resocialización de las personas privadas de libertad, es uno de los programas bandera del alcalde, William Dau, el secretario del Interior, David Múnera y de la directora de la cárcel, Mercedes García.
Como resultado del convenio, cinco mujeres pasan del ciclo 1 al 2, que significa que cursaron los primeros grados de primaria y pasan a los últimos cursos de educación básica; cuatro pasan al bachillerato, porque terminan su ciclo 2 y pasan al ciclo 3; 8 que terminan el ciclo 3 y 4, y pasan al último, es decir, a once grado, y una mujer, que pese el haber tenido Covid no bajó la guardia, ni se desmotivó, y por el contrario continúo estudiando, siendo la única que se graduó de bachiller y que ahora le apuesta a continuar su proceso formativo profesional una vez salga el penal, a través de una beca.