Un cargamento de 1.607 kilogramos de cocaína fue incautado por la Policía Nacional en el Puerto de Cartagena cuando se disponía a ser enviado a Sevilla, España. La operación contó con el apoyo de agencias estadounidenses y permitió evitar la comercialización de cuatro millones de dosis en el mercado internacional.
El alcaloide fue detectado en una carga de bananos contaminados, distribuidos en cuatro pallets con 216 cajas, de las cuales 205 contenían la droga. Según la Policía, la empresa exportadora acumula 83 envíos previos, mientras que la importadora en España fue creada hace apenas ocho meses con un capital de 3.000 euros, lo que generó sospechas por inconsistencias.
Las investigaciones apuntan a que el cargamento fue transportado desde Caucasia, Antioquia, hasta Cartagena y pertenecería al Clan del Golfo, representando para esta estructura criminal una pérdida superior a 88 millones de euros.
Los bloques de cocaína llevaban distintivos como la Virgen de Guadalupe, los números 2015 y 777, y palabras como ZiPi y K-14, presuntamente utilizados como códigos de distribución.
El operativo fue liderado por la Dirección de Antinarcóticos (Diran), con la participación del Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Finalmente, el director de la Policía, general William Salamanca afirmó: “La Dirección de Antinarcóticos reafirma su compromiso en la lucha contra el tráfico de drogas ilícitas, en coordinación con organismos internacionales, para desmantelar las estructuras criminales que afectan la seguridad nacional e internacional”.