La Casa Blanca confirmó que el general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, fue abatido en la madrugada de este viernes durante un bombardeo con drones ordenado por el presidente Donald Trump y ejecutado en inmediaciones al aeropuerto de Bagdad (Irak).
Durante el mismo operativo, también murió el vicepresidente de milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes. En total siete personas murieron, entre ellas dos ciudadanos iraníes.
Sobre el general Soleimani cabe destacar que era el encargado de las operaciones de los Guardianes de la Revolución en el extranjero y se encontraba en Irak apoyando a milicias pro-iraníes que operan en ese país cuando cayó blanco de este ataque.
Cabe recordar que el operativo dirigido por el gobierno estadounidense luego de que el pasado 31 de diciembre un grupo de simpatizantes de Multitud Popular intentó ingresar a la fuerza a la embajada del país norteamericano en Bagdad e incluso alcanzaron a incendiar parte de la parte externa del edificio diplomático.
Reacciones divididas
Tras conocerse la muerte del alto militar, el ayatolá Ali Khamenei, máxima autoridad espiritual de Irán, condenó el ataque y advirtió que “una venganza implacable espera a los criminales que se han llenado las manos con su sangre y la de otros mártires”. La declaración ha sido tomada como una amenaza mayor por parte de Estados Unidos e Israel, principal aliado de Washington en Medio Oriente.
Precisamente el general Soleimani figuraba como enemigo declarado para el gobierno israelí y tras su muerte, las fuerzas de seguridad del estado judío se encuentran en un estado de máxima alerta ante posibles retaliaciones por parte de Irán.
Por su parte el gobierno de Rusia expresó en una nota “sinceras condolencias al pueblo iraní», y agregó que el bombardeo «conducirá a un aumento de la tensión en toda la región”.
Finalmente la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, rechazó el bombardeo y responsabilizó al presidente Donald Trump de haber ordenado esta acción armada sin consultarle al Congreso.