La erupción del volcán Whakaari, una isla deshabitada del noroeste de Nueva Zelanda, dejó un saldo de cinco muertos y 18 personas heridas. La tragedia se presentó justo cuando una veintena de turistas de diferentes nacionalidades se encontraba de visita en el lugar y el volcán comenzó su actividad.
Además la Policía neozelandesa reportó que más personas estarían atrapadas en la isla y los organismos de rescate esperan a que las condiciones geológicas mejores para poder iniciar la búsqueda de más víctimas.
“Debido al alto riesgo, los equipos de emergencia no pueden acceder a la isla (…) que permanece inestable y con posibilidad de nuevas erupciones”, dijo John Tims, vicecomisionado de Operaciones Nacionales de la Policía.
Por su parte, el Ejército realiza sobrevuelos sobre la isla para encontrar posibles supervivientes de la erupción. También, las autoridades trazaron un perímetro alrededor de la zona de desastre y ordenaron la cancelación de todas las excursiones a la isla, visitada cada año por cerca de 10.000 turistas.
Cabe destacar que el grupo geológico GeoNet había advertido el pasado 3 de diciembre que el volcán Whakaari había entrado en una fase de actividad eruptiva, pero señaló que no había riesgo para los visitantes. Ante este pronóstico errado, Nueva Zelanda revisará los protocolos de seguridad para las visitas a la isla.