Milton Toncel dejó claro ayer en el corregimiento de Conejo, que la entrega de 8.7 hectáreas de tierras para los reincorporados de las Farc-EP, que actualmente residen en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación –Etcr– en Pondores, es el resultado de una lucha titánica.
“Todo esto, ha tenido su propio espacio en esta lucha, donde los líderes maltratados por la ingratitud, pero haciendo caso omiso a esos comportamientos, continuaron sin prisa y sin desmayo, pero con la inalterable convicción de seguir luchando por un necesario bien colectivo: un terreno, para poder caminar sobre el suelo de nuestra utopía”, expresó en el acto de entrega del predio.
Recordó que el proyecto de vivienda no figuraba en ninguna agenda, solamente estaba escrito en la necesidad cotidiana del colectivo.
Agregó que sin proponérselo se convirtieron en los pioneros de los reincorporados de las Farc-EP en iniciar una lucha por la sobrevivencia.
Recordó el peregrinaje de sus líderes a Bogotá en cabeza de su camarada Bertulfo, visitando las embajadas europeas, al igual que las oficinas gubernamentales algo que se volvió habitual. “En estas últimas nos tocó escuchar promesas que nunca fueron más que eso, promesas”.
Milton Toncel reiteró que vivieron la experiencia de estar al frente de la insensible burocracia gubernamental.
“Llovían las objeciones a nuestro propósito, algunas justificadas, otras, sin ningún tipo de razón. Fuera de los anterior, estábamos enfrentando el asfixiante centralismo de nuestro propio partido, quien en esto es apoyado por conveniencia propia, por el propio gobierno de Duque, resistiendo con el blindaje de la persevarancia los frecuentes intentos de romper nuestra cohesión; día y noche bajo la presión de las balas asesinas disparadas, la mayoría de ellas desde las mismas entrañas del Estado, segando sueños y cortando esperanza de vidas jóvenes, preñadas de futuro”, dijo.
Aseguró que contra viento y marea construyeron su casa modelo, reiterando que es casa y es modelo. “Es una casa donde caben sin estreches nuestras abundantes estrecheces, construida con amor y el esfuerzo propio”.
Toncel agradeció al Consejo Político Nacional de Farc, porque una vez que Jean Arnaut invitó a 12 embajadores para que algunos empresarios en sus respectivos países contribuyeran económicamente, puesto que el trato que recibían de la ARN-Farc era un “trato de cenicienta”.
Agregó que, faltando solo tres días para la visita de los diplomáticos, el CPN les desbarató todo, porque a Pondores había que darle una lección por atreverse a organizar un evento de esa naturaleza sin la previa autorización de él.
“Después de largas discusiones colectivas y de un profundo análisis de lo acontecido, concluimos que ese centralismo autoritario, inútil y perjudicial sería el mayor y más grave obstáculo a nuestras aspiraciones, sino le dábamos a la implementación de la mano con la reincorporación, un carácter descentralizado y con autonomía territorial, para no estar dependiendo de los incomprensibles caprichos de Bogotá”, manifestó.