La preocupación y el miedo ronda en la comunidad wiwa, exactamente en las veredas de Siminke y Sabana Joaquina, luego del hecho ocurrido el pasado sábado 13 junio en horas de la noche, donde fueron incineradas dos casas ceremoniales (Unguma), pero gracias a la reacción oportuna se pudo salvar una de ellas.
Los habitantes señalan que la presencia de algunos individuos desconocidos en las noches, ha generado miedo y zozobra, por ello solicitan la presencia de las autoridades militares y representantes de la Alcaldía de San Juan del Cesar y la Gobernación de La Guajira, así como de una comisión de Derechos Humanos y la Fiscalía General de la Nación.
Cabe recordar que en el mes de enero del presente año sucedió un hecho similar, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, específicamente en la comunidad de Marocazzo, donde dos casas ceremoniales fueron incineradas por manos criminales y prácticamente pasó desapercibido.
La quema de estas casas significa un atentado y destrucción de unos procesos de sabiduría e ideologías de un pueblo, lo que hoy llena de preocupación a toda la comunidad.