De acuerdo a nuestra percepción, creemos que hubo una baja presencia por parte de los turistas en comparación con los años anteriores, situación y estadística que deben esclarecer las autoridades en compañía con los operadores turísticos.
Para los lugares en donde en meses anteriores se presentaron hechos lamentables con los turistas, predominó la seguridad del viajero y de los mismos operadores, aunque no dejó de ser fastidioso para muchos viajeros la cantidad de peajes que los indígenas colocaron en las vías que conduce a los sitios turísticos de la Alta Guajira. La Policía, el Ejército, los organismos de socorros y las autoridades civiles del Departamento y la Alcaldía de Uribia, se pusieron al frente para garantizar la seguridad del turista, salvando a la gran industria sin chimenea de La Guajira, que debe ser más fortalecida entre la informalidad con la formalidad.
De lógico que se presentaron pequeños hechos aislados que no se pueden catalogar como lugares negros dentro de la jornada, pero lo importante fue que los planes de seguridad funcionaron custodiándolos y salvaguardando la integridad de quienes hicieron parte de la activación de esta economía que se presagiaba negativa. Aunque muchos llegaron con recelos tras el asesinato del turista bogotano, Gabriel Mauricio Gracia, quien fue ultimado para despejarlo de sus pertenencias cuando retornaba con su familia en la Alta Guajira, a parte del hecho doloroso, todo quedó atrás porque cuando los turistas se encontraban en la vía con la autoridad, ellos mismos se quitaron ese concepto negativo que tenían del turismo del Departamento.
Terminada la Semana Santa y desde ya las autoridades civiles con los operadores de turismo tienen que sentarse a trabajar para la próxima jornada, simplemente porque La Guajira tiene que recuperar la credibilidad turística que en días pasados había perdido a mano de unos contados malhechores que en su momento mandaron un mal mensaje al mundo turístico, pero que gracias a Dios, la Gobernación y las Alcaldías de Manaure y Uribia se pusieron las pilas con el Ejército y la Policía, y fue así como también le mandaron un mensaje positivo con quienes tuvieron a bien creerle en esta nueva oportunidad al Departamento.
Señores, hay que recuperar la credibilidad turística que La Guajira ha perdido.