La administración de Bogotá dispuso el cierre de las localidades de Usaquén, Suba y Engativá, desde las 00:00 del martes 5 de enero y durante dos semanas.
Esto, debido a que en el norte de Bogotá se presenta una mayor ocupación de camas UCI, pues dichas localidades concentran el 27,62% de los casos activos de Covid-19 y presentan además una aceleración de la velocidad del contagio en las últimas semanas, registrando un promedio de entre 150 y 200 casos diarios.
Por tanto, habrá restricción a la movilidad total, cierre del comercio no esencial excepto en aquellos de abastecimiento, farmacias y artículos de primera necesidad y prohibición del expendio de bebidas embriagantes el fin de semana.
La cuarentena obligatoria en estas tres localidades y demás medidas para la ciudad, serán revisadas este lunes 4 de enero con el Ministerio de Salud.
“Estamos tomando las medidas de manera oportuna y temprana para salvar vidas, como lo hemos hecho a lo largo de este tiempo y para garantizarles a todos los bogotanos el acceso a los servicios hospitalarios. En estas dos semanas regresarán a la ciudad cerca de 2 millones de personas, lo que representa una presión incrementada sobre el contagio”, explicó el alcalde encargado de Bogotá, Luis Ernesto Gómez.
Están exceptuados de la medida quienes presten servicios de abastecimiento y adquisición de alimentos, farmacéuticos, de salud y de primera necesidad entre las 5:00 a.m y las 8:00 p.m. A estos lugares deberá acudir solo una persona del núcleo familiar. También está autorizada la entrega para llevar y la entrega a domicilio por parte de establecimientos y locales gastronómicos.
Además están exentos de la medida los servicios de salud públicos y privados y su personal, quienes están a cargo de personas mayores, menores de 18 años, dependientes, enfermos, personas con discapacidad y personas vulnerables.
Adicionalmente quienes trabajan preservando el orden público, seguridad general y atención sanitaria, asuntos de fuerza mayor o de extrema necesidad.