Un anhelo de los camaroneros, soñando por cristalizar el deseo de ver la municipalidad del territorio, Camarones, tierra de ilustres próceres, intelectuales en sus generaciones, en un cúmulo de profesionales que ha parido esa bendita tierra, pero aún se encuentra relegada, desaprovechando antecedentes históricos de hechos que hoy en día deberían servir de ejemplo para reivindicar tradiciones perdidas de mucha utilidad.
Camarones tiene doliente, pero falta sentido de pertenencia y civismo que no se proyectan ni perfilan entre quienes lo representan y lideran, los malestares de necesidades y padecimientos que estancan el desarrollo que requiere para cambiar de perfil.
La campaña por la creación del municipio de Camarones la promovió y costeó el agricultor y ganadero, difunto Vicente Borregos Mejía (q.e.p.d.), quien se dio a la tarea de concertar con muchos profesionales de la localidad, sobre la intención de que aprobara en la Asamblea Departamental, previa declaración de independencia. Una vez consolidada la propuesta en los profesionales de la localidad y no profesionales. Con asesoría especial del abogado molinero Arnoldo Aponte, se inició socialización con los demás corregimientos y comunidades agrícolas, indígenas y afro del proyecto que comprometía separarse del Distrito de Riohacha e integrarse en un nuevo municipio, del que se necesita tener en el último censo un mínimo de habitantes para el visto bueno, garantizado con una proyección tributaria relacionada con el impuesto predial, industria y comercio, entre otros para efecto de viabilidad.
La mayoría de los corregimientos visitados, exponiendo la creación del municipio de Camarones, aprobaron en consenso la iniciativa con excepción de Matitas, cuyos habitantes divididos se negaron apoyar la idea, porque también aspiraban ser municipio y los dos a la vez era difícil crearlo.
Caso curioso, el secretario de la campaña en procura de la municipalidad era un matitero, Edgardo Mejía Monroy. Pero su tío, un gran líder de Matitas, ya fallecido como ‘Monro’ Monroy Toro (q.e.p.d), nacido en Camarones, se oponía ser parte del municipio que se proyectaba, prefiriendo seguir con el Distrito, lo que originó el nuevo levantamiento topográfico satelital del mapa de Camarones, excluyendo a Matitas, cuya tarea estuvo a cargo del ingeniero Luis Felipe Rodríguez Móvil, encargado de armar en plano la integración territorial.
El proyecto llegó al gobernador Jorge Pérez Bernier, quien le pareció fabuloso y manifestando su apoyo, comprometiéndose con aligerar el trámite en planeación departamental para que rindiera concepto favorable, previo el cumplimiento de requisito de ley, luego presentar un proyecto de ordenanza. El proyecto se estancó y enfrió a partir de que el presidente Juan Manuel Santos, en complicidad con parlamentarios corruptos, decidieran arrebatar y quitarle las regalías a los territorios mineros. De haberse consolidado Camarones municipio, se hubiese constituido en beneficiarios de regalías que, de hecho, le restaban parte del derecho a Riohacha en condición de territorio fronterizo por estar frente al mar Caribe. Se calculaba en aquel entonces que Camarones podría recibir anualmente, mil millones de pesos, por concepto de regalía de gas natural, que bien le servía para cambiarle la cara y despegar del atraso en que se mantiene.
Nuevamente se calienta o anima el ambiente sobre la creación del municipio, en cuyo pasado dos corregimientos, que al igual que Camarones, querían ser municipios lo lograron, porque no desmayaron en su propósito en el departamento de Córdoba, colocando como los dos últimos municipios creados en Colombia: Tuchín y San José de Uré.
El problema del agua en Camarones es grave desde antaño, inconcebible para muchos en el Departamento peninsular, que consideran que con una serie de alcaldes camaroneros de manera continua, no hubiesen logrado resolver el servicio indispensable del agua, que constituye factor básico e indispensable para cualquier desarrollo y progreso rural y urbano.
Camarones es una buena alternativa para planes inmobiliarios, de turismo, pesca, agroindustria, entre otros. Apoyemos la motivación del periodista capitalino Daniel Mara, que se agarró de los economistas guajiros Amylkar Acosta Medina, quien destaca la importancia de crear un municipio cuna del Almirante José Prudencio Padilla, y de Luis Antonio ‘Negro’ Robles Suárez.
De igual forma, Cesar Arismendi, quien participó con el suscrito; el hoy presidente del Concejo de Riohacha, Sandy Toro; Lourdes Arévalo, Apolinar Rivadeneira y otros más que se me escapan, apoyando y asesorando al señor Vicente Borrego.
Para la nueva intención que se viene promoviendo con fe y optimismo, unos jóvenes que trazan en su lucha por volver municipio a Camarones, con meta al año 2032, sin descartar que pueda ser antes conformado, Bayron Barros Mejía y David Junior lideran la ardua tarea de sacar adelante su corregimiento, hasta colocarlo en la categoría de municipio.