Mediante una carta dada a conocer por exnegociador de paz Álvaro Leyva, el exjefe paramilitar, Salvatore Mancuso, indicó que tiene un compromiso con las víctimas del conflicto en Colombia, que fue un testigo excepcional de los crímenes y que su extradición se debió a una venganza.
Desde la cárcel de Irwin, Estados Unidos, señaló que: «Se han utilizado medios coercitivos para intimidarme, como torturas, amenazas, persecución judicial a través de montajes como los que he denunciado pública y judicialmente, todo tratando de callarme, ni que decir, cuando conté de forma detallada de las relaciones del Estado y las AUC, Colombia ya sabe lo que me ocurrió, como venganza criminal y para callarme fui extraditado, debido a que relaté como colaboradores, funcionarios cercanos al gobierno del presidente Álvaro Uribe», escribió Mancuso, quien mencionó a Francisco Santos, José Miguel Narváez y el fallecido Pedro Juan Moreno.
Agregó que: «También narré lo referente a algunas situaciones que se presentaron con el mismo presidente Uribe y a pesar de todo esto, sumado a otras situaciones perpetradas en contra nuestra, seguimos y seguiremos honrando nuestro compromiso con las víctimas y la verdad».
El exjefe paramilitar, Salvatore Mancuso, negó su estrategia judicial sea para escabullirse de la justicia para no contar la verdad.