Un grupo armado del Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) secuestró a más de 450 pasajeros a bordo de un tren en la provincia de Baluchistán, al oeste de Pakistán, y ha lanzado una amenaza directa: si el Ejército paquistaní no detiene los bombardeos sobre sus posiciones, ejecutarán a todos los rehenes en menos de una hora.
El ataque ocurrió en una zona remota del territorio, donde los separatistas interceptaron el tren, obligándolo a detenerse. Durante el asalto, los insurgentes descarrilaron la locomotora y abrieron fuego, dejando al conductor herido. Fuentes ferroviarias y policiales confirmaron el secuestro, mientras que el BLA asumió la autoría del ataque a través de un comunicado.
Según el grupo insurgente, entre los rehenes hay militares paquistaníes en servicio, miembros de la Policía, de la Fuerza Antiterrorista (ATF) y del Servicio de Inteligencia Interservicios (ISI). Sin embargo, mujeres, niños y pasajeros de origen baluchi fueron liberados. “Más de 450 pasajeros son rehenes de hombres armados”, confirmó Muhammad Kashif, funcionario del sistema ferroviario, en declaraciones a la agencia AFP.
El secuestro se produce en un contexto de creciente tensión en la región, apenas diez días después de que el Baloch Raji Aajoi Sangar (BRAS), una coalición de grupos separatistas baluchis, anunciara un aumento de sus acciones armadas contra el Estado paquistaní. En su comunicado, el BLA denunció que el Gobierno de Pakistán está explotando los recursos naturales de Baluchistán sin brindar beneficios a su población y justificó el ataque como una represalia contra las operaciones militares en la zona.
Hasta el momento, el Gobierno de Pakistán no ha emitido una respuesta oficial sobre el secuestro ni ha confirmado la cifra de víctimas. Fuentes no verificadas informan que al menos seis soldados paquistaníes murieron durante el asalto al tren. Mientras tanto, la tensión en la zona sigue aumentando y la comunidad internacional observa con preocupación el desenlace de esta crisis.