Después de casi tres décadas de espera, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Petar) de Riohacha está cada vez más cerca de convertirse en una realidad. La gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Riohacha (Esepgua), Andreina García Pinto, anunció que se han aprobado más de 1.200 documentos técnicos, lo que marca un avance significativo en el proceso.
Durante una entrevista con Cardenal Stereo, Andreina García destacó que este logro ha sido posible gracias al trabajo conjunto entre el Ministerio de Vivienda, la Gobernación de La Guajira y la Alcaldía de Riohacha. La gobernación, liderada por Jairo Aguilar, incrementó su aporte de 15.000 a 25.000 millones de pesos, con recursos provenientes de regalías, mientras que la nación destinará 50.000 millones de pesos, para un total de 75.000 millones que permitirán la ejecución del proyecto.
«Hemos trabajado intensamente con los ingenieros y el equipo técnico. Ayer tuvimos la última mesa con el ministerio y documentalmente ya cumplimos con todos los requisitos. Esto demuestra que cuando nos unimos por el desarrollo de la capital de La Guajira, las cosas se hacen realidad», afirmó García Pinto.
La funcionaria explicó que, tras cumplir con los requerimientos técnicos, el proceso entra en la etapa de viabilidad, seguida por la firma del convenio que permitirá dar inicio a la obra. Se espera que en los próximos dos meses se formalice el convenio y que antes de finalizar el año se adjudique el contrato mediante licitación pública.
Inicialmente, el proyecto contemplaba la construcción de lagunas de oxidación, pero se optó por una planta con tecnología de filtros percoladores, un sistema más moderno y eficiente que reducirá la contaminación y minimizará el impacto ambiental.
«Riohacha es la capital de La Guajira y merece una planta de tratamiento con la última tecnología, como cualquier otra ciudad del país. Esto permitirá evitar la contaminación del mar y fortalecerá el turismo en la región», aseguró la gerente de Esepgua.
García también afirmó que el proyecto ha cumplido con todos los requisitos legales y ambientales, incluyendo la consulta previa con comunidades indígenas, un aspecto fundamental para garantizar su ejecución sin contratiempos.
Con la viabilidad técnica garantizada y los recursos asegurados, esta obra se perfila como clave para el desarrollo ambiental y económico de la capital guajira.