En un operativo conjunto liderado por la Dirección de Antinarcóticos (Diran) de la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y la DEA, lograron la incautación de dos toneladas de cocaína en un sofisticado centro de acopio subterráneo ubicado en la vereda Arroyo Grande, en Cartagena (Bolívar). Este golpe se posiciona como uno de los más importantes del año contra el narcotráfico.
El centro subterráneo tenía capacidad para almacenar entre 1.000 y 2.000 kilogramos de cocaína, sirviendo como un eje estratégico para el narcotráfico. Según las autoridades, desde este punto se coordinaba el transporte y fraccionamiento de grandes cantidades de droga, destinadas principalmente a los mercados de Centroamérica y Estados Unidos.
La incautación evitó la distribución de más de cinco millones de dosis de cocaína, representando una pérdida económica de aproximadamente 67 millones de dólares para las estructuras criminales.
El operativo fue posible gracias al uso de tecnología avanzada, incluyendo drones, inteligencia de fuentes humanas, infiltración terrestre y apoyo aéreo con helicópteros Black Hawk. Además, comandos Jungla realizaron una intervención especializada con capacidades subacuáticas, utilizando buzos y botes tácticos.
En el lugar fueron halladas seis marquillas diferentes, indicio de la diversidad de rutas y destinatarios involucrados en el tráfico de la droga. Las autoridades continúan investigando para desarticular la red criminal detrás de este centro de operaciones.