A partir del próximo viernes, 13 de diciembre, entrarán en vigor modificaciones significativas al impuesto del 4×1000 en Colombia. Estas reformas, diseñadas para beneficiar a los usuarios del sistema financiero, también buscan fomentar una economía menos dependiente del efectivo, según informó Asobancaria.
El cambio más destacado es la ampliación de la exención del impuesto, que ya no estará limitada a una sola cuenta de ahorro por usuario. De acuerdo con la nueva normativa, ciertas cuentas y productos financieros estarán libres de este gravamen, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos.
Las exenciones aplicarán a cuentas de ahorro, depósitos electrónicos y tarjetas prepago administradas por entidades financieras y cooperativas supervisadas por la Superintendencia Financiera o la Superintendencia de Economía Solidaria. Estas instituciones deberán implementar un sistema de información que permita controlar y verificar la aplicación del Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF).
El objetivo de estas medidas, además de mejorar la experiencia de los usuarios, es promover la inclusión financiera y reducir la circulación de efectivo, un desafío persistente en la economía colombiana.
Los colombianos que deseen beneficiarse de esta reforma deberán asegurarse de que sus cuentas cumplan con los parámetros definidos por las entidades financieras.
Las instituciones responsables serán las encargadas de identificar qué productos califican para la exención y garantizar su correcta aplicación.